Admitida una querella contra diez etarras por el atentado de Sangüesa (Navarra) en 2003

La Audiencia Nacional recuerda que este asesinato de dos policías nacionales fue el primero de ETA durante sus «meses de Titadine», que acabaron con el intento de masacre en la estación madrileña de Chamartín

Funeral por los dos policías nacionales asesinatos por ETA en Sangüesa Jaime García

Jorge Navas

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La Audiencia Nacional ha admitido la querella de la asociación de víctimas Dignidad y Justicia (DyJ) por el atentado de ETA en la localidad navarra de Sangüesa, en el que la banda asesinó a los policías nacionales Julián Embid y Bonifacio Martín el 30 de mayo de 2003. En ese mismo atentado estuvo a punto de asesinar también a otro agente y a un trabajador de Telefónica.

Así lo ha decidido el magistrado del Juzgado Central de Instrucción Número 1, Alejandro Abascal, en un auto al que ha tenido acceso ABC. La querella de DyJ que acaba de admitir a trámite la Audiencia Nacional acusa como autores materiales a los etarras Garikoitz Arruarte Santa Cruz y Gorka Lorán Lafourcade, los mismos que intentaron provocar una masacre en la estación de Chamartín (Madrid) el mismo día de Nochebuena de ese año.

Ambos fueron detenidos cuando el primero llevaba una mochila con 25 kilos de explosivos y un billete para el Intercity que recorría el trayecto Irún-Madrid, el mismo en el que el segundo había introducido ya una maleta con otros 20 kilos de explosivo Titadine para estallar a las 15.55 horas de esa Nochebuena de 2003 cuando el tren entrara en la estación . Las fuerzas del orden consiguieron interceptarlo en Burgos, donde pudieron explosionar el dispositivo de forma controlada sin que hubiera víctimas.

Pero la querella también señala a los autores intelectuales del atentado de Sangüesa, concretamente los ocho dirigentes que integraban en ese momento el comité de dirección o 'zuba' de ETA. Son Juan Fernández Iradi (alias 'Susper'), Gorka Palacios (Andoni), Garikoitz Aspiazu (Txeroki), Aitzol Iriondo (Gurbitz), Félix Ignacio Esparza (Gaba), Mikel Albisu (Antza), Ramón Sagarzazu (Txango) y María Soledad Iparraguirre(Anboto).

"Los meses del Titadine"

El magistrado Abascal explica que en esos años ETA «se encontraba cada vez más acorralada y debilitada por la labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado», por lo que sus dirigentes decidieron atentar «una y otra vez» por toda España distribuyendo grandes cantidades de explosivo entre sus comandos para «crear un estado de terror total , de no saber por dónde iba a venir el siguiente ataque», recuerda el auto. En definitiva, apunta Abascal, «una ofensiva terrorista» que respondía a un plan «totalmente premeditado, totalmente querido y calculado» por los propios dirigentes de la banda.

Fue así como ETA cometió al menos 18 atentados entre el verano y finales de 2003, según el relato de la Audiencia Nacional. O, lo que es lo mismo, uno cada diez días . Por eso el magistrado explica que, si la década de los 80 se conoció como «los años de plomo», la segunda mitad de 2003 fueron «los meses del Titadine» . El primer atentado de esa serie fue precisamente el de Sangüesa y el último, el frustrado de Chamartín. Ahora sus autores materiales e intelectuales tendrán que responder ante la Justicia por el de la localidad navarra hace casi dos décadas con Dignidad y Justicia como acusación popular.

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