La exjefa etarra Anboto acepta otros 70 años de cárcel por el asesinato de dos policías en 1987
Soledad Iparraguirre reconoce los hechos ante la Audiencia Nacional y admite esta pena, que se suma a los casi tres siglos de prisión que ya arrastraba por otros crímenes
Esta mañana se ha celebrado en la Audiencia Nacional el juicio contra Soledad Iparraguirre, alias 'Anboto', la exjefa de ETA que sigue acumulando condenas por los atentados y asesinatos que cometió y organizó como miembro y dirigente de la banda terrorista. El de hoy era por el atentado mortal en 1987 contra dos agentes de la Policía Nacional, Antonio Ligero y Rafael Mucientes , junto una fuente del alto de Armentia (Vitoria) por la que patrullaban con frecuencia.
Anboto, que forma parte del Comándo Álava de ETA, participó en la preparación del explosivo que acabó con la vida de los dos agentes y causó graves heridas a una mujer, además de daños materiales en viviendas y vehículos de la zona. De hecho, fue ella quien apretó el botón para provocar la explosión, según el escrito de acusación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
El Ministerio Público solicitaba inicialmente 80 años de cárcel y sendas indemnizaciones de 1,5 millones de euros para cada una de las familias de los policías asesinados, ambos casados y con dos hijos cada uno. Hoy, durante la vista en la Sección Segunda de la Sala de lo Penals, que apenas ha durado un par de minutos, Anboto ha reconocido los hechos y ha aceptado una condena de 26 años y ocho meses por cada asesinato y otros 17 años y cuatro meses por la mujer herida. En total, la exjefa de ETA ha admitido una condena de 70 años y ocho meses de cárcel , que se suman a los casi tres siglos que ya arrastraba por otros crímenes.
También se mantienen los tres millones de euros en indemnizaciones que solicitaban la Fiscalía y las familias de las víctimas, a razón de 500.000 euros para cada una de las dos viudas y de los cuatro hijos de los agentes asesinados. Y otros 12.000 para la mujer herida, que tardó más de dos meses en reponerse. Como es habitual en estos casos, será el Estado el que tenga que hacer frente a esas cantidades.
370 años de cárcel
El de hoy es el décimo juicio al que se enfrentaba esta exjefa de ETA, que ha comparecido desde la cárcel alavesa de Zaballa, en la que cumple condena por otros crímenes. Acumulaba ya condenas que suman casi 300 años de cárcel por varios atentados y asesinatos. La más larga por el momento es la pena de 122 años de prisión, confirmada ya por el Tribunal Supremo, por el asesinato del comandante Luciano Cortizo en Léon en 1995.
Sólo año pasado aceptó otras condenas, como ha hecho hoy, en las numerosas ocasiones que pasó por la Audiencia Nacional. En noviembre, 15 años por el atentado contra el Palacio de Justicia de Amurrio (Álava). En septiembre, otros tres lustros por ordenar un atentado contra el Rey Juan Carlos durante la inauguración del Museo Guggenheim de Bilbao. Y en septiembre, 46 años por colocar una bomba junto a un bar de Escoriaza (Guipúzcoa) para intentar matar a dos 'tedax'. Hoy, cuando el presidente del tribunal le ha preguntado si quería ejercer du derecho a la última palabra para añadir algo más, Anboto se ha limitado a decir «no, nada» en euskera.
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