Consumo
Una viuda pasa 56 horas al teléfono por un trabajo para su hijo y la obligan a pagar 1.400 euros
La organización de consumidores «Thader» denuncia que no se informó a esta mujer, con un hijo de 36 parado y deprimido

Una viuda murciana de 68 años se pasó 56 horas al teléfono aguardando a que le confirmaran su petición de un trabajo para su hijo d espués de ver en televisión un número telefónico de ayuda , sin que pasado ese tiempo nadie le contestara, si bien le intentaron cobrar 1.400 euros cuando le llegó la factura.
El caso lo ha dado a conocer este miércoles la presidenta de la organización de consumidores «Thader» , Juana Pérez, coincidiendo con los actos del Día del Consumidor, como uno de los que más le ha llamado la atención el pasado año y relacionado con uno de los engaños más habituales, el de la tarifación especial.
La mujer estaba desesperada porque su hijo de 36 años no encontraba trabajo y estaba deprimido y sólo con los ingresos que ella tenía de la pensión de viudedad apenas podían pagar sus facturas, por lo que se decidió a llamar a un número que una noche vio en televisión con el lema «llámanos y te ayudamos», lo que hizo pidiendo un trabajo para su hijo.
La señora estaba obsesionada con que no se le cortara la llamada con la idea de que alguien podría en algún momento contestar a su petición de trabajo para su hijo , por lo que para no dormirse se tomaba refrescos con cafeína, lo que no le evitó quedarse adormilada y colgar el teléfono a las 56 horas sin obtener respuesta alguna.
Al día siguiente, esta mujer estaba decidida a volver a llamar para obtener alguna respuesta, aunque al minuto de marcar el teléfono volvió a colgarlo al entender que se trataba de un engaño. La víctima ha acudido a la citada asociación de consumidores que, tras ponerse en contacto con la empresa de telefonía, ha logrado que le hicieran un importante descuento y que el resto lo pagara en cómodos plazos.
La mujer desconocía lo que era un teléfono de tarifación especial en los que al inicio de la conversación debería salir una alocución informando de lo que cuesta el precio por minuto , lo que al parecer no ocurrió en esta ocasión, en la que el estado de desesperación de la viuda le llevó a mantener la comunicación.
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