Villarejo intentó trabajar para Del Rivero mientras le espiaba por encargo de Repsol
La defensa del exjefe de Seguridad de Sacyr presenta al juez el informe preliminar de Cenyt que fue rechazado en la constructora
Luis del Rivero, expresidente de Sacyr, ha explicado este jueves en la Audiencia Nacional que el excomisario José Manuel Villarejo le ofreció sus servicios mientras, al mismo tiempo, le espiaba por encargo de Repsol para evitar el asalto de su compañía sobre la petrolera, según fuentes jurídicas. Un encargo al que luego se sumó Caixabank y que está siendo investigado por el juez Manuel García Castellón .
El exdirigente de la constructora, defendido por Jaime Campaner, ha aportado recientemente a la causa un escrito relatando el acercamiento de Villarejo a su compañía, y en la sesión de este jueves su exjefe de seguridad en la constructora, Rodrigo Álvarez, ha desarrollado los detalles y ha aportado el informe preliminar que el Grupo Cenyt le entregó como muestra de lo que Repsol y Caixabank sabían sobre Del Rivero y sus teóricas intenciones.
Según ha comentado en sede judicial, Del Rivero supo que estaba siendo espiado en septiembre de 2011, tiempo antes de su salida definitiva de Sacyr, porque el otrora comisario jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo de la Policía Nacional, Enrique García Castaño, llamó a Álvarez y le convocó en Canillas. Decía tener una «información preocupante» sobre su presidente. Fue así como le puso en contacto con Villarejo.
En aquella reunión, según ha relatado el exjefe de seguridad de Sacyr, Villarejo le explicó que Repsol y Caixabank estaban maniobrando para echar a Del Rivero de la constructora y que estaban a tiempo de pararlo. Supo desde el inicio que querían captarle como aliado, conforme ha dicho, porque lo primero que le preguntó es si estaba a gusto en su puesto de trabajo en la constructora.
Fue entonces cuando le ofreció sus servicios y, aunque se reunieron hasta tres veces, de acuerdo a su declaración, los rechazó porque el presidente de Sacyr, a quien tenía al tanto de todo, no quería entrar en «ese juego». Cenyt pedía 75.000 euros por una suerte de contravigilancia que, de facto, suponía un juego a dos bandas: en Repsol y Caixabank pensarían que investigaba a Del Rivero, y éste, que trabajaba para él.
Carta a Brufau
Una vez en Sacyr conocieron que estaban siendo investigados presuntamente de manera ilegal, Del Rivero envió una carta a Antonio Brufau, presidente de Repsol, pidiéndole explicaciones sobre en qué estaba invirtiendo el dinero e insinuando que sabía que andaba maniobrando. El escrito, al que ha tenido acceso ABC, le requería información sobre los asesores que estuviese utilizando oficial o extraoficialmente en relación al acercamiento de Pemex y Sacyr.
El siguiente hito, de acuerdo a la declaración de Álvarez, fue una llamada de García Castaño. Le reprochaba aparentemente enfadado que hubiese traicionado a Villarejo porque en Repsol sabían que Sacyr era consciente de que habían encargado una investigación extraoficial sobre Del Rivero.
Pero Villarejo no descartaba, no obstante, que el topo hubiese sido alguien de la propia Repsol y, por eso, entre los perjudicados en esta pieza separada de la macrocausa sobre el excomisario figura un exdirectivo de la petrolera, Fernando Ramírez Mazarredo, que también ha declarado este jueves y al que Cenyt investigó.
Sospechaban de un «topo» en Repsol
Este último ha negado haber difundido ningún tipo de información sobre lo que estaba haciendo Repsol y ha incidido en que era Cenyt y nadie más quien cuestionaba su lealtad. Se ha definido como un hombre de la máxima confianza de Brufau , hasta el punto de que viajó en aquellas fechas a México a una reunión que debía ser discreta con los responsables de Pemex y que se frustró porque la prensa local publicó su expedición.
Para Del Rivero, en definitiva, los trabajos encargados a Cenyt acabaron suponiendo su salida del consejo de Sacyr y la venta de su participación, así como un «daño moral» por haber pedido una empresa que consideraba como «un hijo».
Las pesquisa se siguen en la pieza separada número 21 de la macrocausa Tándem que investiga al excomisario Villarejo en la Audiencia Nacional. La tesis de los investigadores es que Repsol y Caixabank, representados por sus respectivos responsables de seguridad, encargaron a la empresa Cenyt del excomisario que investigase la relación entre Sacyr y Pemex. La cuestión es que habían alcanzado un acuerdo de sindicación y la petrolera mexicana había comprado acciones en Repsol, lo que consideraban que suponía una amenaza para sus intereses. En octubre de 2011, poco antes de la votación en el consejo de administración de Sacyr en el que por diferencia de un voto iba a salir adelante el acuerdo con Pemex, Del Rivero salió de la constructora y todo el acuerdo se truncó.
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