El exjefe de seguridad de Caixabank implica a Fainé en la investigación a Del Rivero
Igual que el exjefe de seguridad de Repsol, asegura que desconocía que el comisario estaba en activo
El exjefe de Seguridad de Caixabank, Miguel Ángel Fernández Rancaño, ha afirmado este martes ante el juez que reportaba al expresidente del banco, Isidre Fainé, de los informes que le iba suministrando el Grupo Cenyt del comisario Villarejo, contratado a iniciativa de Repsol para vigilar la relación entre Sacyr y Pemex, que podía suponer una amenaza para la petrolera.
Fernández Rancaño, comisario retirado, ha acudido a declarar junto al que fue director de Seguridad Corporativa en Repsol, Rafael Araujo, y su número dos, Rafael Girona. Los tres están imputados en el marco del proyecto 'Wine' una encomienda al Grupo Cenyt del comisario José Manuel Villarejo desarrollada desde finales de 2011 y que habría pasado por espiar al expresidente de Sacyr, Luis del Rivero y otras personas de su entorno.
De acuerdo a las fuentes jurídicas consultadas por ABC, Fernández Rancaño ha reconocido que trasladaba los informes que iba generando Cenyt a «sus superiores», así como ha apuntado que despachó con Fainé sobre este asunto , igual que hacía con el resto de materias relevantes para los intereses de Caixabank desde la óptica del puesto en Seguridad que él ocupaba.
Según ha explicado, él, que fue policía durante más de treinta años, no conocía «de nada» a Villarejo, como tampoco a sus empresas. La contratación se produjo, conforme ha dicho, a instancias de Repsol y sus responsables de Seguridad, que le propusieron esa compañía . Ni en ese momento ni en los meses en que se prolongaron los servicios supo que el comisario seguía en activo: Siempre pensó que estaba en segunda actividad.
Niegan que fuese espionaje
Es la misma tesis que ha sostenido Rafael Araujo, quien ha insistido en que pensaba que Villarejo ya no estaba en la Policía. Es un dato relevante, porque siendo, como era en 2011, funcionario público, su contratación ha derivado en una imputación por un presunto delito de cohecho. En todo caso, él sí había oído hablar de Cenyt, en los términos de una empresa solvente y cualificada en este tipo de investigaciones y conocía a Villarejo de una vez que coincidieron en un acto público.
Con todo, ambos han negado que el encargo tuviera nada que ver con un espionaje. Rancaño ha incidido en que no recibió ni información personal de Del Rivero ni de ningún otro individuo. En esta línea, ha descrito los informes de Villarejo como recortes de prensa y recopilatorios de documentos del registro mercantil y ha explicado que precisamente por eso, los trabajos duraron tan poco. No tenían calidad, de acuerdo a otras fuentes presentes en el interrogatorio.
Niega así que hubiese tráficos de llamadas, igual que Araujo, que ha insistido en que se haber apreciado indicios de que las empresas de Villarejo estaban cometiendo algún tipo de irregularidad, habría suspendido el encargo.
En cuanto a los términos del mismo, ambos, en respuesta exclusivamente al juez y los fiscales, han explicado que los importes no eran elevados por lo que se gestionaban desde las respectivas áreas de seguridad en calidad de contratos menores, según las fuentes consultadas.
Tras las declaraciones de los investigados, es el turno del principal perjudicado, Luis de Rivero, que ha sido convocado este jueves en la Audiencia Nacional para personarse, si lo desea, como acusación en las actuaciones.
Datos personales y tráficos de llamadas
Según sostienen los investigadores, Caixabank y Repsol, representadas por sus responsables de seguridad, encomendaron a Cenyt investigar a Del Rivero, a su mujer y a su responsable de seguridad, como también al antiguo director financiero de Repsol y a Pemex, que suponían se había aliado con Sacyr Vallegehermoso para conseguir el control de la petrolera en la que días antes de conocerse la estrategia de sindicación, había comprado acciones.
Además de una batería de audios de conversaciones entre Girona, Fernández Rancaño y el abogado de las empresas de Villarejo Rafael Redondo, los investigadores intervinieron en los registros tras la detención del comisario ingente documentación sobre el proyecto 'Wine', como los informes que fueron redactando desde Cenyt.
Consta entre ellos el presupuesto inicial, 475.000 euros y hasta 925.000 si los objetivos llegaban a cumplirse o 675.000 sin garantía de éxito. En total, se han encontrado abonos en las cuentas de Cenyt por importe de 413.600 euros, de los que 218.900 euros se abonan con cargo a Repsol y 194.700 euros con cargo a Caixabank.
No obstante, con fecha de junio de 2012 aparece una nueva propuesta económica «con la finalidad de costear los gastos derivados del establecimiento de un Control de Seguridad de un trasporte ( Balizamiento, Control de las comunicaciones, Equipos de control in situ, Imagen de objetivos de interés)» cuya cuantía está «sometida a valoración», conforme explicaba el juez en su auto de imputaciones. Oscila entre 750.000 y 1.250.000 euros.
Provisión de medios
Entre esa documentación, aparece «un resumen de los contactos personales y telefónicos» de Luis del Rivero y su tráfico de llamadas a lo largo de quince días de octubre a noviembre de 2011, igual que constan los de su mujer a lo largo de un mes (de mayo a junio) de 2012. Incluye una lista de números con los que él habría «mantenido contacto telefónico» relacionado con el proyecto de Pemex sobre Repsol. Especifica que lo ha extraído del «uso habitual del análisis de tráfico de llamadas» con el que trabaja Cenyt.
Junto a él, un informe con «el reflejo del constante acceso y uso de rastreos de llamadas de los principales objetivos, principalmente sobre Luis Del Rivero» y otro denominado «gestiones Wine» que refleja «datos de carácter personal» del expresidente de Sacyr «así como de su mujer e hijos», incluyendo el número de móvil, el coche que utiliza y filiaciones de personas vinculadas a él.
También figura un listado de los medios que en teoría, Villarejo iba a poner a disposición de los clientes, como un dispositivo de captación activa de información, cuatro de contramedidas, doce coches y cinco motos para vigilancia y variedad de equipos de grabación, en línea con otros proyectos del comisario.