Sánchez cierra España al exterior mientras Europa planea ya abrirse para salvar el turismo
Ni puertos ni aeropuertos recibirán extranjeros de turismo, y el resto será sometido a cuarentena
Mientras la canciller alemana, Angela Merkel, ya ha conversado con el presidente francés Emmanuel Macron, para aligerar las restricciones en las fronteras a partir del 15 de junio y la Comisión Europea propondrá hoy en nombre del turismo eliminar barreras entre ciertos países, en España, el Ejecutivo de Pedro Sánchez toma decisiones en solitario y se cierra más que nunca al exterior.
Coincidiendo con el avance del desconfinamiento en muchos países , el Ministerio del Interior que dirige Fernando Grande-Marlaska ordenaba ayer que a partir del viernes, prácticamente sólo los españoles o quienes acrediten tener aquí su residencia «habitual» puedan acceder por los puertos y aeropuertos. Nada de viajeros extranjeros. Y los que vengan de otros países, serán sometidos a 14 días de cuarentena. En su publicación en el BOE, se justifica que, en mitad de un proceso de desescalada en el que se esta exigiendo a los ciudadanos que no realicen movimientos interprovinciales , se ha considerado «conveniente limitar también» la entrada a nuestro territorio desde otros Estados tanto por vía aérea como marítima.
Esta restricción, que estará en vigor hasta el 23 de mayo, está dirigida en concreto a los procedentes del espacio Schengen y de la UE, puesto que ya desde el 23 de marzo existe la prohibición de ingreso a viajeros del resto del mundo. A ello hay que sumar que el 17 de marzo se restablecieron los controles en las fronteras por tierra con Francia y Portugal.
Esta insistencia e stá preocupando gravemente al sector turístico español , y más a la vista de las iniciativas que se están adoptando en nuestro entorno para no dar por perdida la temporada de verano sino, todo lo contrario, para acelerar planes para la acogida de turismo nacional e internacional. La óptica de Pedro Sánchez es otra. Según fuentes consultadas, el objetivo por el que apuesta al restringir a estas alturas las entradas por puertos y aeropuertos es «extremar la protección frente a contagios importados para que España sea este verano un destino de turismo seguro».
«Si queremos que nuestras playas y nuestras bellezas patrimoniales sean asociadas con eso, con un turismo seguro, y no con el virus, hay que tomar medidas ahora» , añaden. Y advierten de que si no se ha hecho antes, ha sido porque los países que suministran las grandes masas de turistas también estaban confinados y sus operadores aéreos habían reducido al máximo sus conexiones con España. Hasta casi cero, mucho más allá de la reducción del 50% que exigió el real decreto del Estado de Alarma.
Pero llegadas estas fechas, todo eso está cambiando. Las aerolíneas internacionales, como la alemana Lufthansa o la estadounidense American Airlines, ya pujan por restablecer sus conexiones con España. Y Berlín, París o Viena -cuyo canciller, Sebastian Kurz, ha ejercido una «presión masiva» por la apertura de fronteras ante el temor de relevantes pérdidas en el turismo - buscan resucitar el imprescindible sector turístico.
Quien venga de fuera, en cuarentena
España queda, pues, cerrada el viernes a todo el que no sea español o con residencia «habitual aquí» -no vale sólo tener una segunda vivienda- , trabajadores transfronterizos, sanitario, personal diplomático o justifique causa de fuerza mayor. Y ello se suma otra orden también publicada ayer, esta vez de Sanidad, que dicta que «las personas procedentes de otros países a su llegada a España» deberán permanecer 14 días en cuarentena, una medida que ya están levantando en su desescalada estados de nuestro entorno.
El BOE dice que estos confinados deberán quedarse en «su domicilio o alojamiento», salir sólo en los casos esenciales y provistos de mascarilla y que las autoridades sanitarias podrán contactarles para un seguimiento. Lo que no se explica es quién o cómo va a vigilar que cumplan.
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