Una condena larga al desempleo

La decisión del Gobierno de prohibir los despidos de las empresas es una condena larga al desempleo a muchos más trabajadores porque empujará a una parte muy importante de empresas, especialmente pymes, a la quiebra técnica y, lo peor de todo es que el Estado no tendrá recursos con qué apoyar a la enorme bolsa de desempleados que se van a generar.

Se trata de un disparate que condena a España como país a la pobreza generalizada atentando a la libertad de empresa , además estamos lanzando al exterior el mensaje de que no tenemos seguridad jurídica. Por lo tanto se va a espantar cualquier intento de inversión.

A finales de los años setenta ya hubo en España una legislación que prácticamente prohibía los despidos y la consecuencia fue que el paro se duplicó en cinco años. El intervencionismo en el mercado laboral es una garantía de freno a la contratación y de generación de paro, especialmente en los colectivos más desfavorecidos. Exijo la inmediata vuelta atrás de esta medida.

Francisco Aranda Manzano, presidente de la patronal española de logística (UNO Logística)