La economía de EE.UU. se desploma un 4,8% y lo peor está por llegar
Es la primera contracción de la primera potencia mundial desde el primer trimestre de 2014 y la mayor caída desde la crisis financiera de 2008-2009, cuando en el cuatro trimestre de 2008 se hundió un 8,4%
La economía de EE.UU. se desplom ó un 4,8% en el primer trimestre, afectada por la epidemia de coronavirus que ha forzado el bloqueo de gran parte de la actividad del país. Es la primera contracción de la primera potencia mundial desde el primer trimestre de 2014 y la mayor caída desde la crisis financiera de 2008-2009 , cuando en el cuatro trimestre de 2008 se hundió un 8,4%.
El dato, sin embargo, no explica el impacto devastador de la crisis del coronavirus en la economía de EE.UU. Aunque la epidemia se expandió con fuerza en el país desde enero, la economía tuvo un desempeño positivo en enero y febrero , y solo a mediados de marzo se empezaron a imponer las órdenes de confinamiento en la práctica mayoría del país, que congelaron la actividad económica.
En apenas dos semanas, el parón dio la vuelta a toda la actividad realizada en el comienzo del año . Pero la situación podría ser peor: cuando se revise el dato, es probable que la caída sea mucho mayor. Los analistas de Goldman Sachs lo sitúan en una caída del 8% y los de JPMorgan Chase, en el 11%.
Las perspectivas inmediatas son catastróficas. La mayor parte del segundo trimestre, que acaba en junio, habrá estado afectado por los confinamientos y la exigencia de que solo se trabaje en servicios esenciales . Solo esta semana han empezado algunos tímidos planes de reactivación en estados como Georgia o Colorado, pero la mayoría del país estará sin actividad hasta mediados de mayo y algunos de los mayores focos de actividad -como Nueva York o California - seguirán afectados hasta junio. Los analistas esperan que la caída en el segundo trimestre se hunda hasta el 30%, un nivel desconocido en EE.UU. desde la Gran Depresión de la década de 1930.
El dato confirma lo que se daba por hecho: EE.UU. caerá en recesión -dos trimestres seguidos con caídas del PIB-, con la duda de cuánto se extenderá. El secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, aseguró esta semana que la economía estadounidense «rebotará con fuerza» a partir del verano . Donald Trump, por su parte, pronosticó que el tercer y el cuarto trimestre serán «fenomenales» y el año que viene, «increíble».
El presidente de EE.UU. se juega su reelección en noviembre y acudía con la tarjeta del gran desempeño económico del país bajo su mandato. Pero esos augurios optimistas, ante la incertidumbre de cuál será la evolución de la epidemia en el país -ya tiene más de un millón de contagios y casi 60.000 muertos-, podrían ser más un deseo que una realidad.
Buena parte de la caída del PIB estadounidense tiene que ver con el congelamiento del consumo , que es el combustible de su economía. Con la mayoría de la población en sus casas, cayó un 7,6% en el trimestre. Se ha disparado la compra online de alimentos y artículos del hogar, pero no puede compensar que haya desaparecido las compras físicas, las salidas a restaurantes o entretenimiento, los viajes o la adquisición de productos como automóviles. Por su parte, la inversión empresarial cayó un 8,6%.
El dato del PIB se suma a la destrucción extraordinaria de empleo que vive EE.UU. desde mediados de marzo. Más de 26 millones de estadounidenses han pedido subsidios de desempleo en este periodo y esta semana se sumarán varios millones más, en una situación que ha destruido todo el empleo creado desde el final de la presidencia de Barack Obama y en los tres años que Trump lleva en la Casa Blanca.
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