El Banco Popular nombrará a Emilio Saracho como presidente en sustitución de Ángel Ron
La entidad espera que el proceso de relevo concluya en el primer trimestre de 2017
La crisis que atraviesa el Popular ha terminado forzando la salida de quien dirigió el banco durante los últimos diez años . El consejo de administración de la entidad se reunió ayer con carácter extraordinario para aprobar la sustitución en la presidencia de Ángel Ron por Emilio Saracho. Con esta medida los accionistas de referencia del Popular buscan recuperar la credibilidad del mercado y propiciar un cambio de rumbo en la gestión que sirva para resolver de una vez por todas los problemas del sexto grupo bancario del país y definir por dónde pasa su futuro.
Antonio del Valle, uno de los principales accionistas con el 4,25% del capital social del Popular, llevaba meses maniobrando para sacar a Ron e incluso fusionar el banco con otra entidad , el Sabadell. El empresario mexicano considera al ya expresidente responsable de la actual situación de la entidad por su gestión del negocio y la crisis inmobiliaria, y a sus planes había logrado sumar a otros consejeros como José María Arias y la consejera coordinadora, Reyes Calderón.
Lo cierto es que todo el mundo en el sector financiero esperaba que antes o después se produjese un cambio en el equipo gestor del Popular. El cese de Francisco Gómez por Pedro Larena como consejero delegado el pasado julio, tras ampliar capital por 2.500 millones de euros , se consideró insuficiente. Sobre todo cuando los inversores empezaron a percibir que el plan de saneamiento que acompañaría a esa recapitalización y diseñado para reflotar el banco presentaba dudas respecto a su ejecución.
"La imagen de Ron estaba ya muy desgastada", resume el analista de Self Bank Felipe López-Gálvez. La dirección del Popular se comprometió no solo a aplicar un ajuste de capacidad instalada de cerca del 20% de la plantilla y la red, que se está aplicando ya según los previsto, sino además a desconsolidar de su balance 6.000 millones de euros en activos inmobiliarios tóxicos mediante la creación de una especie de banco malo.
Pese a la contundencia del plan y la determinación de Ron por sacarlo adelante, los retrasos en la creación de esa sociedad inmobilaria, las dudas sobre su financiación y los rumores de que el banco quizá necesite ampliar de nuevo capital hicieron desconfiar al mercado. La acción del Popular, muy presionada por los especuladores bajistas y que en lo que va de año ha perdido más del 65% de su valor, se desplomaba día tras día.
Ayer, una vez anunciado el relevo del banquero, los títulos del Popular repuntaron un 13,66% y a punto estuvieron de recuperar el euro (0,94 euros). "El consejo de administración ha acordado unánimemente agradecer al señor Ron los servicios prestados al banco, destacando su esfuerzo y determinación por conducir la entidad a través de una crisis de duración y proporciones sin precedentes y solicitándole que, hasta su sustitución, siga dirigiendo el banco con la misma dedicación", manifestó ayer la cúpula del grupo en un comunicado a la CNMV tras su reunión.
El órgano de máxima dirección decidió, además, crear una nueva vicepresidencia primera cuyo titular será designado próximamente. Aunque el banco no dice nada al respecto, en el sector se apunta a que ese cargo lo podría ocupar Del Valle o un representante suyo en el consejo.
Emilio Saracho, de 61 años, accederá a la presidencia del Popular una vez su nombramiento sea aprobado por la junta de accionistas, general o extraordinaria, durante el primer trimestre del próximo año. Eso sí, no se esperará a marzo y la designación formal y por tanto su desembarco en la sede el Popular en el Edificio Beatriz de Madrid se producirá casi con toda seguridad a lo largo de enero.
El perfil de Saracho, clave
Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y MBA por la de California, este banquero es actualmente vicepresidente JP Morgan, el banco de inversión más grande del mundo. Su primera decisión al frente del banco español será si da continuidad o no al plan de saneamiento definido por Ron. Y, lo más importante, si Popular tiene recorrido en solitario o debe ser absorbido por una entidad mayor.
Todas las fuentes financieras consultadas por ABC coinciden en señalar que, por su perfil y experiencia, amén de la situación del Popular, Saracho está llamado a dirigir una operación corporativa del banco con otra entidad . Esto es, su venta. Lo primero que hace pensar eso es que no es especialista en banca "retail", sino en banca de inversión, aquella que se encarga entre otras cosas de diseñar las grandes transacciones de compañías y vender grandes activos. Además posee una gran agenda de contactos a nivel internacional.
Saneamiento
En este sentido, fuentes del sector creen que la estrategia del nuevo presidente pasará por trocear primero el Popular, separando su negocio bueno de los activos problemáticos, enajenando estos últimos, en línea con el plan de Ron. Esas fuentes apuntan a que tal y como está ahora el banco, con 33.000 millones de euros en activos tóxicos y una cobertura del 34%, ningún banco está dispuesto a pujar. En cambio, por partes, el valor de la entidad financiera es mucho mayor y el apetito por él también: por su rentable modelo de negocio y por las sinergias de costes implícitas, entre otras cosas, tal y como informó ayer ABC.
Lo que está por ver es si llegado el momento hay apetito real y bancos con capacidad para absorber el grupo. Aunque el Popular y el Sabadell han mantenido conversaciones al respecto e incluso hay números hechos, en el sector se apunta al Santander y BBVA como los únicos con posibilidades de digerir al Popular. Lo que les frenaría, según esas fuentes, es que no les interesase crecer más en España, situación que podría cambiar si se produce una subida de los tipos de interés que hiciese de nuevo rentable el negocio nacional.
Con el repunte de la acción el mercado parecía dar por hecho ayer esos planes de venta. Según los analistas, la acción de la entidad se disparó, en primer lugar, por el cambio esperado en el equipo gestor y ante una posible salida de los inversores bajistas, que acumulaban posiciones cortas en el banco por el 8,6% del capital. Además, algunos analistas apuntan a que el precio de los títulos podría empezar a recoger a partir de ahora una prima ante una posible operación corporativa.
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