El Popular cubre ya el 86% de las 2.592 bajas del ERE
Un total de 2.247 empleados del banco han solicitado adherirse al proceso de ajuste mediante prejubilaciones y bajas incentivadas
Banco Popular avanza en sus planes de ejecutar un ajuste de plantilla de 2.592 trabajadores antes de final de año para reducir sus costes en unos 200 millones de euros al año. La dirección de la entidad, que pactó con los sindicatos las condiciones de ese ERE , ha recibido hasta ahora 2.247 peticiones de baja voluntaria, lo que supone el 86% de esas casi 2.600 salidas previstas, según los datos recopilados por la comisión de seguimiento de ese ajuste, que este martes celebró su primera reunión.
La entidad abrió el pasado día 9 un plazo de adscripción voluntaria a ese ajuste, que se llevará a cabo mediante prejubilaciones, bajas incentivadas y excedencias remuneradas. Los empleados interesados en acogerse a esas medidas disponen hasta el próximo sábado día 19 para solicitar su salida . Cabe recordar, en todo caso, que la dirección puede vetar salidas de empleados que considere necesarios para su actividad.
Por ahora, 1.373 personas de más de 59 años de las 1.700 de este colectivo que hay en el banco han solicitado ya prejubilarse con las condiciones ofrecidas : una indemnización igual al 75% del salario bruto o el 70% más el 50% del complemento voluntario hasta que cumplan los 63. De esta forma, la dirección tiene cubierto el 80% de las prejubilaciones previstas.
Las bajas incentivadas a empleados de entre 55 y 58 años han recibido más adscripciones de las planteadas . Para aquello con entre 55 y 57 años se ofreció 100 salidas, y las peticiones ascienden a 279. Un total de 244 empleados con 58 años han pedido su baja, frenet a las 200 planteadas a este colectivo. Además, 310 personas con menos de 54 años se han adscrito a ese proceso de bajas incentivadas y 41 —de 250 ofrecidas— a las excedencias compensadas económicamente.
Este plan de ajuste es consecuencia de la ampliación de capital que la entidad presidida por Ángel Ron tuvo que hacer el pasado mes de mayo para sanearse , la segunda operación de este tipo en menos de cuatro años. Con ese recorte de empleo y oficinas —se cerrarán más de 300 sucursales— el banco prevé ahorrar en torno a 175 o 200 millones de euros año a partir de 2017.