El Banco de España avanza «una revisión significativa a la baja» del crecimiento del PIB de España en 2021
Hernández de Cos tira de las orejas al Gobierno y le alerta de que la previsión de ingresos resulta «ligeramente optimista» en lo que se refiere a las cotizaciones sociales
Nuevo jarro de agua fría a las proyecciones de crecimiento que el Gobierno se empeña en mantener a pesar de los avisos dados ya por varios organismos. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, anticipó hoy «una revisión significativa a la baja» del crecimiento del PIB de España en 2021. La actualización de las cifras, que se realizará el próximo mes diciembre, viene motivada principalmente por la rebaja realizada por el INE, que rebajó el rebote del PIB desde el 2,8% al 1,1% en el segundo trimestre del año en curso, según explicó Hernández de Cos en la Comisión de Presupuestos del Congreso sobre el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2022.
«Una rebaja de una magnitud tan elevada comporta, de forma mecánica (...), una reducción sustancial de la tasa media de crecimiento del PIB para 2021 y, en menor medida, también de la de 2022», puntualiza Hernández de Cos. Hay que recordar que las previsiones actuales del Banco de España pronostican un crecimiento del PIB del 6,3% en 2021, que descendería ligeramente hasta el 5,9% en 2022. Por su parte, el Gobierno mantiene unas previsiones de crecimiento del 6,5% para este año y del 7% en 2022.
En todo caso, el responsable de la entidad central avisa de que la recuperación de la actividad es todavía «claramente incompleta». «El nivel del producto en el segundo trimestre todavía presentaba una brecha de 8,4 puntos frente al observado al final de 2019. Esa brecha era de 2,5 puntos en el área del euro», asegura.
En esta línea, Hernández Cos alertó hoy de que el nivel de incertidumbre sigue siendo elevado por la existencia de un conjunto de riesgos que condicionarán la evolución de la actividad en los próximos años. Durante su intervención, De Cos citó los siguientes retos a los que se enfrentará la economía en los próximos meses: la reducción de la incidencia de la pandemia, el ritmo y el alcance con el que los hogares gastarán el elevado volumen de ahorro acumulado durante la pandemia y, por último, la evolución de los flujos turísticos.
Entre otros riesgos que contribuyen al deterioro de la actividad, Hernández de Cos mencionó el reciente repunte de la inflación , aunque aclaró que obedece fundamentalmente a factores de naturaleza transitoria. Así, Hernández de Cos explicó que todavía es pronto para saber cuál será el grado final de persistencia de este fenómeno, aunque indicó que seguiremos observando tasas relativamente altas de inflación en los próximos meses. En consecuencia, el gobernador del Banco de España hizo un llamamiento a evitar el uso generalizado de cláusulas de indexación automáticas en las partidas de gasto que «pudieran alimentar adicionalmente el actual proceso inflacionista».
El gobernador también apuntó a un impacto de entre dos y tres décimas de PIB al cabo de tres años si se da un incremento permanente de un 10% en el precio de la electricidad que abonan los consumidores.
Por otro lado, hizo referencia a la escasez de suministros global, que se ha traducido en cuellos de botella en la industria. En España, Hernández de Cos afirmó que los desajustes en las cadenas de suministros globales se han traducido ya en un aumento significativo de los plazos de entrega de los pedidos industriales, y, en algunos casos, en la necesidad de reducir el ritmo de producción, especialmente en las fábricas de automóviles. «Además, la insuficiencia de la oferta de algunos bienes y servicios para abastecer la demanda ha generado un incremento de los precios», sentenció.
El toque de atención del Banco de España al Ejecutivo no se acotó solo a las previsiones de crecimiento del PIB. Hernández de Cos también destacó que la previsión de ingresos resulta ligeramente optimista en lo que se refiere a las cotizaciones sociales . No obstante, Hernández de Cos añadió que este desajuste se podría ver «parcialmente compensada por una previsión prudente para la recaudación tributaria». Además, el gobernador avisó de que la propia evolución del entorno macroeconómico contemplada en los Presupuestos se encuentra «sujeta a riesgos a la baja», cuya materialización podría redundar finalmente en un menor dinamismo de las propias bases impositivas.
Al mismo tiempo, el gobernador recomendó que las medidas del Ejecutivo deberían tener carácter temporal para no aumentar de forma adicional el déficit estructural , una circunstancia que calificó como «fuente de vulnerabilidad». Así, en línea con lo reclamado por la Airef en varias ocasiones, el responsable del Banco de España insistió en la necesidad de elaborar un plan de consolidación «con prontitud» pese a la ausencia actual de reglas fiscales . «En paralelo, debería iniciarse el diseño de un programa de consolidación que permita reducir gradualmente los elevados niveles de déficit y deuda públicos, con vistas a su puesta en marcha una vez que la recuperación sea sólida», añadió el responsable del Banco de España.
De no poner en marcha este proceso, De Cos alertó de que la deuda pública se mantendrá en torno al 115% del PIB en los próximos 15 años y se reducirá el margen de actuación ante futuras crisis, con la consiguiente «vulnerabilidad» que enfrentará la economía española.
Al mismo tiempo, el gobernador recalcó que las políticas monetaria y fiscal deben evitar una retirada prematura de los estímulos.
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