Hernández de Cos corrige a Escrivá y eleva a 3.500 millones de euros el gasto extra en pensiones
El gobernador del Banco de España reclama una revisión del sistema público de pensiones que garantice su sostenibilidad
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos , ha alertado de que el repunte de la inflación supondrá un gasto adicional en pensiones al calculado en el presupuesto de unos 3.500 millones de euros. A lo largo de su intervención en la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados , Hernández de Cos advirtió de «ciertos riesgos de desviación al alza» en el gasto en pensiones presupuestado. «Estos riesgos surgen de un posible repunte de la inflación en los meses finales de este año por encima de lo previsto en el borrador de PGE», puntualizó Hernández de Cos.
De acuerdo con el análisis del Banco de España, el gasto en pensiones se situará en torno a los 1.500 millones por encima de lo contemplado en el Proyecto de Presupuestos para el año 2022. A esta posible desviación, habría que añadir el coste de la compensación de las pensiones en 2021, una cuantía calculada en otros 2.000 millones adicionales frente a los 1.900 millones que contabilizó el ministro José Luis Escrivá .
Ante este escenario de mayor gasto público, el gobernador del Banco de España afirmó hoy que « sigue siendo necesaria una revisión del sistema público de pensiones que garantice su sostenibilidad» . Además, Hernández de Cos aclaró que este es un proceso que debe abordarse con «transparencia» para que los ciudadanos puedan «planificar convenientemente sus decisiones de trabajo y jubilación, y de consumo y ahorro».
Según Hernández de Cos, la traslación al Estado de parte de los gastos de la Seguridad Social sanea este subsector «a costa de aumentar las obligaciones financieras del Estado», con el resultado final de conseguir un impacto «nulo» en la sostenibilidad de las cuentas públicas. Por ello, el gobernador del Banco de España reclamó una revisión del sistema público de pensiones que garantice su sostenibilidad.
En la medida en que el gasto en pensiones se financia mayoritariamente mediante transferencias intergeneracionales de renta, Hernández de Cos aclaró que dicha reforma ha de diseñarse teniendo en cuenta también la distribución de costes y beneficios entre las distintas generaciones . «Además, resulta deseable que se dote al sistema de la mayor transparencia y certidumbre posibles, de modo que la ciudadanía pueda planificar convenientemente sus decisiones de trabajo y jubilación, y de consumo y ahorro», añadió.
Al mismo tiempo, Hernández de Cos recordó que en las reformas del sistema de pensiones aprobadas en 2011 y 2013 se incluyeron mecanismos de ajuste con los que contrarrestar el impacto sobre el gasto del sistema derivado del fuerte incremento que se espera en la tasa de dependencia de nuestro país en los próximos años.
No obstante, recordó que, «en los últimos años, estos mecanismos se han desactivado» y que el primer paquete de reformas de Escrivá «ha reintroducido formalmente un sistema de actualización de las prestaciones con la inflación» , lo que supondrá, según las estimaciones de la Airef, « un incremento adicional del gasto público en pensiones de entre 2,3 y 2,7 puntos porcentuales de PIB en 2050 con respecto al que ya se habría producido en un escenario en el que las pensiones se revalorizaran con el anterior Índice de Revalorización».
También agregó que «la decisión de revocar el factor de sostenibilidad aprobado en 2013 -que deberá ser sustituido por algún nuevo instrumento de ajuste en el futuro- implicará casi un punto porcentual más de gasto en 2050 ».
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