Una gesta en el mapa del deporte femenino sevillano

El título de la Liga Iberdrola de rugby les reserva ya a las chicas del Corteva Cocos un lugar de privilegio en la historia

Sergio A. Ávila

El asalto a la gloria de las Corteva Cocos, campeonas de la Liga Iberdrola de rugby tras la suspensión definitiva de la temporada, representa uno de los hechos más importantes y emblemáticos en el mapa de la historia del deporte femenino sevillano, donde han abundando más los historias triunfales a nivel individual que los éxitos rotundos protagonizados por deportes de equipo. Tocar plata ganando una liga, sea de la modalidad o la especialidad que sea, nunca es sencillo, y mucho menos cuando, como en el caso de las Cocos, el desempeño en una disciplina tan exigente desde el punto de vista físico como el rugby no se acompaña de remuneración económica por su condición amateur. La Preu, en voleibol, conquistó una liga a principios de los ochenta y en balonmano playa son mucho más recientes los éxitos por el tremendo potencial de los equipos hispalenses tanto en categoría masculina como en la femenina.

Las Cocos, mejor equipo de la fase regular de la Liga Iberdrola , fueron declaradas finalmente campeonas de la temporada 2019-2020, un gesta que consagra el trabajo silencioso de estas guerreras que se ejercitan a horas intempestivas y se las ingenian para cuadrar sus agendas trabajando, estudiando, entrenándose y jugando los fines de semanas.

Horas y horas de dedicación al balón oval por el amor al arte. Porque el rugby no paga facturas. He ahí el gran mérito de este proyecto forjado con alma y corazón hace muchos años que ha dado el salto de calidad en los tres últimos: primero, con el ascenso a la Liga Iberdrola; el curso pasado, con la encomienda de la permanencia plácidamente solventada hasta el punto que se quedó lindando con las eliminatorias por el Campeonato; y esta temporada, con el título liguero. Son unas pioneras, el primer club del sur de España que logra un éxito de tal magnitud ya que, hasta la fecha, la División de Honor femenina había sido heredad particular de los clubes madrileños y catalanes, aunque es verdad que el CRAT de La Coruña ya había roto ese duopolio con dos títulos, en los cursos 2014-2015 y 2018-2019.

Amén del título, el gran triunfo de las Cocodrilas es haberse erigido en la referencia del rugby femenino andaluz y en uno de los estandartes de la evolución y la expansión del deporte sevillano practicado por mujeres, que siempre había sido más individual que colectivo en lo que a la consecución de hitos se refiere. Ahí, como paradigmáticos ejemplos, están los emblemáticos nombres de las baloncestistas Woony Geuer e Isa Sánchez, las palistas Beatriz Manchón y Nuria Domínguez, la gimnasta Ana Pérez o las windsurfistas Blanca Manchón y Marina Alabau . A nivel colectivo no han sido tantos las hazañas que contar, aunque da la impresión de que toda esa historia está aún por escribirse ahora que la mujer está descollando en el deporte español y liderándolo en citas olímpicas gracias a la excelencia de deportistas como Mireia Belmonte, Lydia Valentín, Carolina Marín o las selecciones de baloncesto, balonmano y waterpolo.

La liga de voleibol

En Sevilla hay que echar la vista atrás muchos años, en concreto hasta principios de la década de los ochenta, para encontrar el título del Club Academia Preuniversitaria de Voleibol, «La Preu» , que se proclamó campeón liguero de 1981 y disputó la Copa de Europa la siguiente temporada antes de acabar desapareciendo como, desafortunadamente, ha ocurrido en esta ciudad con innumerables proyectos en deportes minoritarios de chicos y chicas por la falta de recursos económicos. Las ayudas públicas no han sido suficientes y el tejido empresarial tampoco ha podido sostenerlo.

En balonmano playa, donde Sevilla es en la actualidad una potencia a nivel internacional por el destacado nivel de sus equipos, las chicas del Llopis BM Playa Sevilla brillan con luz propia y han cincelado su palmarés con varios títulos nacionales que las han consagrado como dominadoras de su especialidad. En fútbol, donde tanto el Real Betis Féminas como el Sevilla Femenino compiten en la Liga Iberdrola, el hecho más significativo hasta la fecha fue el subcampeonato liguero de las sevillistas en la temporada 2005-2006, cuando aún estaban vinculadas al Híspalis. Hay otras especialidades en las que han destacado o destacan equipos de la ciudad y la provincia como el Waterpolo Dos Hermanas , que llegó a permanecer en la división de honor un total de nueve temporadas, o el Universidad de Sevilla en hockey , un clásico en la modalidad de hierba y campeón de la Copa de la Reina en sala en 1999.

Tras el intento frustrado del Compañía de María , que alcanzó la máxima categoría pero no pudo disputarla a principios de este siglo, el Cajasol Juvasa de Dos Hermanas ha vuelto a poner el nombre de la ciudad en la élite del voleibol español y en ese empeño, pero en baloncesto, se encuentran clubes de la provincia y el Beiman Baloncesto Sevilla , con un proyecto incipiente y ambicioso que busca el salto a la Liga Femenina 2.

Todo ello sin olvidar el papel de las chicas en el CTM Híspalis de tenis de mesa, en los innumerables triunfos del Bádminton Rinconada o los éxitos logrados en sus disciplinas por clubes como el Sincro Sevilla , de natación sincronizada, y el Club Natación Mairena . Entidades que son semilleros de excelentes deportistas, al igual que el Náutico , el Labradores y tantos clubes donde la mujer deja el segundo plano deportivo y acapara, con mucho esfuerzo, los focos. Como han hecho las chicas de las Cocos.

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