Liverpool

El inolvidable día que Michael Robinson se dejó la Copa de Europa en el duty free

Campeón de la Orejona con su amado Liverpool en 1983, la celebración casi acaba en drama por su mala memoria

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Sus propios compañeros mantenían que era mejor presentador que futbolista y Robinson, entre carcajadas, nunca lo negó. En una charla con Simon Hughes contó que en sus tiempos en el Liverpool una vez marcó un 'hat trick'. Sus compañeros le firmaron la pelota y cuando le tocó el turno a Kenny Dalglish, este estampó un "no me lo puedo creer" en el cuero.

Porque antes de referencia en los micrófonos, Robinson fue futbolista. Nació en Leicester en 1958 y 17 años más tarde debutó con el Preston North End en Segunda división . En su demarcación de delantero, llamó la atención del Manchester City, por entonces un equipo mucho más modesto que el de hoy en día. Con los 'Sky Blues', donde se convirtió en el adolescente más caro de la historia, no triunfó -"El equipo era una pesadilla", declaró- y tuvo que bajar un peldaño, al Brighton & Hove Albion para labrarse un nombre.

37 tantos en más de cien partidos le valieron el billete a la gloria. En 1983 fichó por su amado Liverpool y vivió una temporada única. Conquistó la Liga inglesa, la Copa de la Liga y la Copa de Europa ante la Roma. En la final jugó la prórroga como sustituto y asumió la responsabilidad de lanzar el sexto penalti . Un lanzamiento que nunca se produjo por el buen hacer del portero bailarín Bruce Grobbelaar. "Qué alivio", reconoció años más tarde.

En el camino de vuelta a casa se dejó el trofeo en el duty free del aeropuerto: «Lo que pasó es que pasamos aquella noche en Roma, y la Orejona es muy bonita y pesa y alguien tiene que cuidar de ella. Nos íbamos responsabilizado de la copa y cuando salimos del hotel le tocó al matrimonio Robinson. Estamos yendo a la sala de embarque y vi la marca que fumaba mi madre, cogí un cartón de tabaco y me fui al avión. Y cuando llegué al avión me dice Graeme Souness, el capitán: "¿Y la Copa?". Y pegué el sprint más rápido que he pegado en mi vida. Imagina que llegas al aeropuerto de Liverpool y no hay nada que enseñarle a la peña».

Fue su última gran anécdota con su amado Liverpool. La falta de minutos le llevó al Queens Park Rangers y tras dos temporadas y media se marchó al Osasuna, donde a los 31 años y aquejado de lesiones firmó su retirada y su estancia en el paraíso del sol.

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