NBA
Las «dictaduras» más laureadas en los últimos 70 años
Boston Celtics y Los Ángeles Lakers son los equipos con más campeonatos en la historia de la NBA, una competición en la que jugadores como Michael Jordan, Bill Russel, Magic Johnson o Larry Bird marcaron una época a nivel individual y colectivo
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LeBron James se venga de Stephen Curry en la temporada de los récords
La NBA acaba de echar el cierre al curso baloncestístico 2015-16. Aquel que será recordado como el año en el que se batieron los récords más increíbles; aquel en el que la mejor liga de baloncesto del mundo cumplió 70 años ; y aquel en el que Kobe Bryant, uno de los mejores jugadores de la historia, se retiró de las pistas por la puerta grande: 60 puntos en el último partido que disputó defendiendo la elástica de oro y púrpura de Los Ángeles Lakers.
LeBron James y sus Cleveland Cavaliers han ganado el anillo de campeones, siendo el primer equipo de la historia que remonta un 1-3 en la última ronda de la competición: «The Finals» , uno de los eventos deportivos más seguidos y esperados a lo largo y ancho del globo terráqueo. Así, con la consecución de su tercera NBA, el 23 de los de Ohio proyecta una sombra cada vez más alargada y cercana a la que dejó su ídolo: Michael Jordan. Todavía está lejos de alcanzar a Jordan en anillos de campeón, pero es el único de los elegidos para sucederle que puede presumir de haber hecho algo que «Air» no hizo . Histórico LeBron.
Los Golden State Warriors de Stephen Curry y Steve Kerr se quedaron a las puertas de su segundo anillo consecutivo. Perder una final siempre es una decepción, pero su temporada será recordada en los libros de historia del deporte. La franquicia de San Francisco ha firmado una «regular seasson» de 73 victorias y 9 derrotas , superando el anterior récord de partidos ganados en esa fase de la temporada, que como no podía ser de otra manera se encontraba en posesión de Jordan y sus Chicago Bulls, que en 1996 consiguieron 72 victorias. Con un núcleo duro empeñado en cambiar el baloncesto e imponer la dictadura del «small ball» –jugar con cuatro «pequeños» y un único pívot–, seguro que el año que viene los guerreros vuelven con ganas de más.
Los otros dos récords pulverizados esta temporada tienen los mismos protagonistas que el anterior. Nadie en la historia de la liga había anotado tantos triples como Curry, que se ha superado ha sí mismo estableciendo un registro de 402 triples anotados . Como curiosidad, el MVP (Jugador más valioso de la temporada) de los dos últimos años ha metido más canastas desde detrás de la línea de 7,25 metros que tiros libres.
A nivel colectivo, los Warriors también han encestado más triples que cualquier otro equipo en la historia de la NBA con un total de 1.077. Estos números eran impensables hace unos años, pero el equipo de la Bahía de Oakland es la confirmación de que el baloncesto moderno está cambiando hacía un estilo en el que los tiradores se imponen a los jugadores interiores.
Como esto no ha sido siempre así, ABC repasa los jugadores y equipos que dominaron las distintas épocas que ha vivido la NBA desde su creación en 1946. Setenta años de evolución del juego y una competición cuyo eslogan es: donde ocurre lo increíble («where amazing happens»).
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Michael Jordan dominó sin compasión para ser el mejor jugador de la historia
Aterrizó en la NBA como número 3 del «draft» de 1984 para jugar en los Chicago Bulls, una franquicia que pasó del ostracismo al estrellato gracias a las habilidades sobre el parqué del número 23. En las trece campañas que Michael «Air» Jordan pasó en la ciudad del viento, los Bulls ganaron seis anillos de campeón de la NBA, convirtiéndose en la tercera franquicia más laureada de la historia de la competición y ostentando el récord de ser el único conjunto ha ganado todas las finales que ha disputado .
Jordan, que probablemente sea considerado como el mejor jugador de la historia del baloncesto –e incluso como uno de los mejores deportistas de todos los tiempos–, destacó por su extraordinaria competitividad y su gran ética de trabajo. Su juego nunca dejó de evolucionar, y mejoró en todos los aspectos hasta dominarlos . Así, consiguió destronar a los reyes de la competición hasta su llegada: Magic Johnson y Larry Bird , otras dos leyendas de la canasta.
De hecho, el propio Bird sería el encargado de verbalizar la superioridad de Jordan respecto a todos los demás. Fue el 20 de abril de 1986, en el segundo partido de primera ronda de «Playoffs» entre los Celtics y los Bulls. Aquella noche, y a pesar de que los Celtics terminaron ganando el partido, Bird anticipó lo que sería la carrera de Jordan cuando sólo llevaba dos temporadas en la NBA. «No creo que nadie sea capaz de hacer lo que Michael nos ha hecho esta noche. Es el jugador más increíble del mundo ahora mismo. Creo que esta noche Dios se ha disfrazado de jugador de baloncesto », dijo Larry «Legend» al finalizar el encuentro.
6 finales, 6 anillos
El resto es de sobra conocido. En el 91 ganaría su primer anillo derrotando en la final de la NBA a los Lakers de Magic y su «showtime», y a los Detroit Pistons de Isiah Thomas en la final de la Conferencia Este, uno de los equipos más duros de la historia –eran conocidos como los «Bad Boys»–, que, además, habían sido los campeones de la NBA los dos años anteriores. Así, empezaba la dictadura de Jordan , que culminaría con la consecución del primer «three-peat» –ganar tres campeonatos seguidos– para los Bulls, tras imponerse a los Blazers de Clyde Drexler en las finales del 92, y a los Suns de su amigo Charles «El Gordo» Barkley en el 93.
De estos tres primeros anillos quedarán para el recuerdo una de las mejores jugadas de Jordan en la NBA: un rectificado contra los Lakers en el que se zafó de varios rivales en el aire; y la imagen de «Air» encogiéndose de hombros tras anotar su sexto triple en la primera parte del primer partido de las finales contra los Blazers.
Tras un breve parón de casi dos temporadas para probar suerte en el béisbol profesional, Jordan volvió a su casa. El 19 de marzo de 1995 anunció su regreso a la NBA pronunciando tres de las palabras más famosas de la historia del deporte: «I´m back», estoy de vuelta . Aunque ese año los Bulls fueron eliminados en las semifinales de la Conferencia Este por los Orlando Magic de un recién llegado Shaquille O´Neal , Jordan conseguiría volver a lo más alto en las tres temporadas siguientes para ganar su segundo «three-peat» y terminar de engrosar su palmarés hasta los seis anillos de campeón.
Merece una mención especial la temporada de 1996. Con Jordan ya al 100%, Scottie Pippen cumpliendo a la perfección en sus labores de escudero, y la incorporación al equipo del «Gusano» Dennis Rodman , aquellos Bulls perfectamente dirigidos desde la banda por Phill Jackson , ganaron más partidos que nadie hasta la fecha en temporada regular estableciendo un récord de 72 victorias y sólo 10 derrotas. En la final ganaron 4-2 a los Seattle Supersonics de Gary Payton y Shawn Kemp.
En las dos siguientes temporadas, los Bulls volverían a ganar la NBA a costa de los Utah Jazz de Karl Malone y John Stockton , leyendas del baloncesto a los que «Air» dejó sin anillo de campeones. Jordan se retiraría después de disputar las finales del 98 para después volver a jugar dos temporadas más con los Washington Wizards . Sin embargo, los aficionados al baloncesto jamás olvidarán «The Last Shoot» , la canasta que anotó sobre Byron Scott para conseguir el sexto anillo y que el fallecido Andrés Montes inmortalizó de esta manera:
Durante las 15 temporadas que deslumbró al mundo sobre las pistas de la NBA, Michael Jeffrey Jordan no sólo consiguió ganar las seis finales que disputó siendo elegido el mejor jugador en todas ellas. A nivel individual ganó 5 premios al mejor jugador de la temporada regular (MVP) –1988, 1991, 1992, 1996, 1998–; 10 títulos de máximo anotador de la NBA; mejor defensor del año en 1988; «rookie» del año en 1985; y consiguió 10 nominaciones para el mejor quinteto de la NBA y 9 para el equipo defensivo. Además, es el cuarto máximo anotador de la historia y el jugador con mejor promedio de puntos por partido.
Jordan desquiciaba a sus rivales con un repertorio ofensivo inigualable y una gran intensidad defensiva. Su carácter excesivamente competitivo le hizo ser el mejor, aunque a veces rozara los límites de la deportividad siendo todo un experto en la técnica del «trash talking» (provocar a los rivales verbalmente). Un jugador total que marcó una época, cambió la historia del baloncesto y dejó para el recuerdo algunas de las mejores acciones que se han visto en un pabellón de la NBA.
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Los Celtics de Bill Russell: «El señor de los anillos»
Ningún jugador en la historia de la NBA posee un tesoro tan preciado como el de Bill Russell: 11 anillos de campeón , cantidad que sólo iguala Phill Jackson pero como entrenador. Y ninguna franquicia ha ganado tantos campeonatos como los Boston Celtics –17 en total– que, liderados por la capacidad defensiva de Russell, establecieron el récord de más anillos ganados consecutivamente –8– entre las temporadas 1959 y 1966. En las 13 temporadas que Russell estuvo en el equipo de Massachusetts, además de los 11 campeonatos, disputaron la final de 1958 que perdieron contra los Saint Louis Hawks de Bob Pettit .
Durante ese periodo, los Celtics sólo se ausentaron de la última ronda de la NBA en 1967 , temporada en la que fueron eliminados en la final de la Conferencia Este por los Philadelphia 76ers de Wilt Chamberlain: el hombre que fue capaz de anotar 100 puntos en un partido –2 de marzo de 1962–, y promediar 50,4 puntos en esa misma temporada, récords todavía vigentes en ambas categorías (más puntos en un partido y mayor promedio anotador en una temporada).
Russell fue un pívot dominante desde la defensa , la primera gran estrella de la NBA que basó su éxito en su capacidad de sacrificio por el equipo más que por buscar grandes números en anotación. Además, fue un gran especialista en el rebote, faceta en la que destacó a pesar de medir «sólo» 2,06 metros y tener que enfrentarse a jugadores más altos que él. Sin embargo, su intuición y conocimiento del juego, y un físico sobrehumano, le permitieron imponer su ley en la pintura. Un hombre a cuyo alrededor se construyó la dinastía más duradera y laureada de la historia de la NBA .
Un equipo en el que además de Russell como piedra angular del proyecto destacaron jugadores como Sam Jones, Tom Heinsohn, Frank Ramsey, y dos de las grandes estrellas de la época en la NBA : John Havlicek , alero anotador que posee el récord de anotación de la franquicia con 26.395 puntos; y Bob Cousy , apodado «El Houdini de Hardwood», máximo asistente histórico de los Celtics con 6.945 pases de canasta repartidos, y por cuyo dominio del balón la NBA instauró el reloj de posesión en 24 segundos.
Entre los rivales a los que Russell y sus Celtics castigaron durante su reinado destacan cuatro de los mejores jugadores de la historia de la NBA. A Wilt Chamberlain , con quien compitió además por ser el mejor reboteador de la historia, le ganó dos de las tres finales que disputaron, además de privarle de jugar varias de estas cuando coincidieron en equipos de la Conferencia Este. Bob Pettit , estrella de los Hawks, que promedió durante su carrera 26,4 puntos y 16,2 rebotes por partido – tercer mejor registro histórico tras Chamberlain y Russell –, sólo fue capaz de ganar una de las cuatro finales que disputó contra los Celtics.
Pero, sin duda, los más damnificados fueron Elgin Baylor , que promedió 27,4 puntos y 13,5 rebotes por partido en su carrera, y salió derrotado en las siete finales que jugaron sus Lakers contra los Celtics ; y Jerry West , el logo de la NBA y uno de los anotadores más prolíficos de la historia –27 puntos por partido–, que perdió hasta en seis ocasiones en la contra Russell en la última ronda.
Entre los logros individuales que consiguió Russell a lo largo de su carrera destacan cinco títulos de MVP –1958, 1961, 1962, 1963, 1965–; cuatro de máximo reboteador; tres nominaciones al mejor quinteto de la liga y 12 elecciones para el «All-Star».
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Magic Johnson, Larry Bird y el despegue definitivo de la NBA
El año 1979 cambió la historia de la NBA, y es que, con la llegada de los 80 la mejor competición del mundo de baloncesto tuvo su propia «movida». Tres temporadas después de fusionarse con la American Basketball Asociation (ABA), la NBA incluiría la línea de triple sobre el parqué en su afán por implantar un baloncesto todavía más espectacular. Además, tras una década sin un dominador claro a nivel colectivo – entre 1970 y 1979 fueron campeonas ocho franquicias distintas –, la liga veía cómo la progresiva retirada de sus grandes estrellas –Bill Russell, Wilt Chamberlain, Oscar Robertson o Jerry West entre otros–, y la disolución del duelo Lakers-Celtics hacían caer en picado su popularidad.
A pesar de que grandes jugadores como Kareem Abdul-Jabbar (5 MVP´s durante el periodo), Julius Erving o Moses Malone (procedentes de la ABA), mantenían el interés de la competición, su etapa de mayor esplendor llegaría tras la celebración del «draft» de 1979. Aquella noche, Earvin «Magic» Johnson fue seleccionado por los Lakers en primera posición y comenzaba su trayectoria profesional al mismo tiempo que Larry Bird –seleccionado por los Celtics en sexta posición del «draft» del 78–, con quien mantendría una gran rivalidad a lo largo de su carrera que comenzó con la victoria de Magic en las finales universitarias del 79 .
Con la llegada de ambos, la NBA vio renacer el duelo entre los dos equipos más laureados de su historia: los Boston Celtics, que ganarían los anillos del 81, el 84 y el 86 , además de jugar las finales del 85 y el 87; y Los Ángeles Lakers, que conseguírian ganar cinco veces la NBA –80, 82, 85, 87 y 88– de las ocho finales que disputaron entre 1980 y 1989. Así, durante aquellos diez años, sólo los Philadelphia 76ers (1983) y los Detroti Pistons (1989) consiguieron doblegar a Magic o Bird en las finales de la NBA.
Dos estilos implacables
Además de por sus éxitos a nivel colectivo, Magic y Bird dominaron la NBA por ser dos de los jugadores con un mayor conocimiento del juego de la historia.
El base de los Lakers, destacó desde el principio por un manejo de balón y una visión de juego nunca vistos hasta la fecha para un jugador de 2,06 metros de altura. Jugaba de base pero podía jugar de todo, de hecho, en el sexto y definitivo partido de las finales de 1980 jugó de pivot. Sus 42 puntos, 15 rebotes y 7 asistencias permitieron a los Lakers ganar su primer anillo desde 1972 y él se consagró en su año de novato siendo elegido MVP de la final.
Con su sempiterna sonrisa, Magic imprimió una velocidad más al juego y le dio una plasticidad que atrajo los focos de todo el planeta. Para la historia del deporte quedarán su amplísimo reperorio de pases : por detrás de la espalda, con el codo, entre las piernas de los rivales, picados desde su propia cancha o asistencias de milimétrica precisión ejecutadas al más puro estilo del fútbol americano; su abanico de regates que enloquecían a los rivales; y sobre todo, su capacidad para liderar un equipo cuyo baloncesto fue bautizado como el «showtime», y por no arrugarse nunca en los momentos decisivos de los partidos.
Por su parte, el alero de los Celtics forjó su leyenda gracias a una descomunal inteligencia baloncestística y una capacidad de entrega y sacrificio fuera de lo común . Además de por sus grandes números, Larry «Legend», como era conocido, fue la viva imagen de la superación personal no sólo a nivel deportivo, sino también personal, pues tuvo que superar el suicidio de su padre y una dura infancia en el estado de Indiana.
Bird, que parecía que jugaba andando y casi sin saltar , era capaz de hacer de todo en un pabellón de la NBA. Por su tiro demoledor, su intensidad defensiva, su capacidad de anticipación en la lucha por el rebote, y su visión de juego, es considerado como el mejor «all around player» (jugador capaz de hacer de todo) que haya practicado el baloncesto desde la posición de alero.
Amigos para siempre
A pesar de su rivalidad dentro de la cancha –durante su trayectoria en la NBA se enfrentaron en las finales del 84, que ganaron los Celtics, y en las del 85 y el 86 con victoria para los Lakers–, Magic Johnson y Larry Bird fueron grandes amigos fuera de ella. De hecho, el día de su retirada, Magic regaló una camiseta dedicada a Bird que decía: «Para Larry Bird, el mejor jugador de baloncesto de siempre pero más importante, un amigo para siempre» .
Su talento, su deportividad, y su entrega son el legado que dejaron a los amantes del baloncesto. Dos leyendas que por sus logros individuales (tres MVP´s cada uno) y por resucitar la rivalidad Lakers-Celtics, probablemente empatarían en el puesto de mejor jugador de la historia de la NBA de no ser por un tal Michael Jordan.
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Los mejores del siglo XXI: repóker de anillos para Kobe Bryant y Tim Duncan
El cambio siglo se adelantó una temporada en la NBA. El curso baloncestístic0 1998-99 pasará a la historia tanto por el «lock-out» (sólo se disputaron 50 partidos de temporada regular debido al cierre patronal), como por ser el del primer anillo de Tim Duncan con los San Antonio Spurs . Además, era el primer año de la era post Jordan. Tas la segunda retirada de «Air», la NBA tenía que encontrar un aliciente para seguir manteniendo el nivel y la espectación, motivo por el que se intentó encontrar a toda costa un sustito para el mejor jugador de la historia .
De todos los candidatos, el que más se ha acercado a los números de Jordan, ha sido Kobe Bryant , que tras retirarse esta temporada, ha sido el jugador que más anillos –5– ha ganado en el siglo XXI. Contando el conseguido en el 99, Duncan es la otra estrella de la NBA que posee en su haber un répoker de campeonatos . Gracias a ellos, los Spurs y los Lakers son los grandes dominadores del baloncesto moderno, habiendo conseguido 10 de los 17 títulos disputados desde entonces.
La «Mamba Negra»
Kobe Bryant fue seleccionado como número 13 del «draft» de 1996 por los Charlotte Hornets para ser inmediatamente traspasado a los Lakers, franquicia en la que ha jugado toda su carrera, consiguiendo 5 anillos de campeón en las siete finales que dsiputó. En los tres primeros –2000, 2001 y 2002– actuó como escudero de la gran estrella del equipo Shaquille O´Neal , estableciendo una dinastía que no parecía tener fin.
Aunque el año siguiente el anillo fue para San Antonio los Lakers armaron un equipazo para volver a establecer su dictadura. Incomprensiblemente, pues en esa temporada los de púrpura y oro habían incorporado en sus filas a Karl Malone y Gary Payton –que buscaban conseguir su primer anillo como colofón a sus magníficas carreras–, los Lakers perdieron contra los Detroit Pistons en las finales y la sociedad Bryant-O´Neal se rompió, entre otras cosas por las malas relaciones existentes entre ambos.
Traspasado O´Neal, Bryant tuvo que asumir galones y buscar su particular «Sancho Panza» para volver a la senda del éxito. Y, tras varias temporadas luchando contra los gigantes de la NBA, el 1 de febrero de 2008 llegó uno de los traspasos más decisivos de la historia de la competición. Desde Memphis, y a cambio de su hermano Marc y otros jugadores, aterrizó en Hollywood Pau Gasol , complemento perfecto e indispensable para que Bryant lograse volver a las finales de la NBA y fuera nombrado MVP de la temporada ese mismo año. En la última ronda esperaban los Celtics de Paul Pierce, Kevin Garnett y Ray Allen, que fueron demasiado para los Lakers y vencieron en la reedición, 21 años después, del duelo más apasionante de la NBA.
A pesar de la derrota, los Lakers volvieron con más ganas todavía al año siguiente y , esta vez sí, arrollaron 4-1 a los Orlando Magic de Dwight Howard , con una gran actuación del ala-pívot español que hizo que Bryant ganará el primero de los dos MVP´s de las finales que consiguió en su carrera. La temporada siguiente no se salió del guión y Lakers y Celtics repitieron cita en la final. Esta vez, los angelinos se vengaron de lo acontecido dos temporadas atrás. Bryant ganó su quinto anillo, el segundo MVP de las finales y consiguió el decimosexto título de campeón de la NBA para los Lakers.
Además de por haber ganado durante su carrera sólo un anillo menos que Jordan, Kobe es el que más se ha acercado al mito de los Bulls por su obsesión por ser mejor jugador cada temporada y por un estilo que en ocasiones roza la copia de su ídolo. Gracias a su enorme capacidad para anotar, Bryant posee el segundo registro de anotación más alto de la historia –81 puntos contra los Toronto Raptors el 22 de enero de 2006– y el récrod de más triples anotados en un partido con 12.
Baloncesto con mayúsculas
La historia de Tim Duncan y la de los San Antonio Spurs podría escribirse en una misma biografía. En 1998 los texanos eligieron a «Big Fundamental» en primera posición del draft, para completar una pareja interior de ensueño junto a David Robinson, «El Almirante» . Duncan fue novato del año con unos números espectaculares. Al año siguiente lideró a unos Spurs que se impusieron en la final de la NBA a los New York Knicks. Duncan fue nombrado MVP de la final consiguiendo el primero de los cinco anillos que ha logrado a lo largo de su carrera.
Considerado uno de los mejores ala-pivots de la historia , aunque al final de su carrera esté jugando más como pívot puro, Duncan se hizo con su primer MVP de la temporada en el 2002, el último año de dominio Laker. En 2003 consiguió este galardón por segunda vez consecutiva y como colofón a una temporada casi perfecta, los Spurs ganaron su segundo anillo. En 2005 y 2007, el bloque formado por Duncan, Manu Ginobili y Tony Parker , y entrenado por Greg Popovich , volvió a ganar la NBA, instaurando la proclama de que los años impares eran para San Antonio .
Con unos movimientos al poste y un tiro a tablero de media distancia difíciles de imitar , Duncan es el otro gran dominador del Siglo XXI en la NBA junto a Bryant. De hecho, es uno de los responsables de que el elenco de anillos de LeBron James no sea más grande. Además de derrotarle en las finales de 2007 en su primera etapa con los Cavaliers, los Spurs se impusieron contra pornóstico a los Miami Heat en la final de 2014. Con el 4-1 con el que acabo la serie y el juego desplegado por los Spurs, Duncan consiguió su quinto y definitivo anillo, pues «Big Fundamental» acaba de anunciar su retirada del baloncesto profesional . Por sus números, su palmarés y su dominio del baloncesto, Tim Duncan se ha ganado un sitio entre los más grandes de la historia de la NBA.