Opinión
Educación contra la piratería
El director de la Casa del Lector, César Antonio Molina, defiende un «pacto de estado para la educación y la cultura» y que sea en los colegios, institutos y universidades donde se cree la conciencia de que las descargas ilegales constituyen «un robo»
No nos equivoquemos una vez más. La piratería no solo se arregla con medidas punitivas sino, sobre todo y fundamentalmente, con una mejor educación y cultura. Es en los colegios y en los institutos primero y, luego, en las universidades donde hay que crear la conciencia de que eso no se debe hacer por un sinfín de motivos que podríamos resumirlos en tres. La piratería es un robo . La piratería atenta directamente contra unas actividades profesionales perfectamente regladas laboral y fiscalmente. Y, por último, la piratería destruye el tejido cultural e industrial de un país dejando de ingresar millones de euros necesarios para pagar los propios gastos y obtener medios para seguir subsistiendo. También se destruyen miles de puestos de trabajo.
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A mis jóvenes alumnos de la universidad, la mayor parte de ellos militantes acérrimos de la gratuidad en la Red , les pregunto siempre por la profesión de sus padres: abogados, médicos, arquitectos y un sinfín de diversas ocupaciones, y les comento qué les parecería si les robaran sus dictámenes jurídicos, los diagnósticos, o sus planos y, además, les propusieran que trabajaran gratuitamente. De qué vivirían ellos. ¡Silencio!
Educación y cultura
Los jóvenes deben llegar a la universidad ya concienciados no solo de lo que es la piratería , sino de lo que es la democracia, el parlamento, la Constitución, la libertad, la historia y la cultura de su país. Porque todo aquello que no se conoce no se ama. Por tanto, no solo leyes, no solo sanciones, no solo inspecciones; sino que, además de todo esto, sobre todo, educación, mucha educación y mucha cultura. Este es el verdadero, endémico, profundo y esencial problema de este país. Un país que, a diferencia de la mayoría de los de su entorno, no se quiere, no se respeta, se desconoce a sí mismo. ¿Por qué? Porque todo esto se enseña, porque todo esto se aprende en los colegios y también en la propia familia. Un pacto de estado para la educación y la cultura.
Un pacto de estado para salir de la cúpula de las listas de los países que más piratería llevan a cabo . Aquellos en los que mejor funciona su educación no padecen esta vergüenza e ignominia. Libros, películas, música, los crean miles de personas que viven de su trabajo. Respetémoslos como lo hacemos con aquellos que construyen nuestras casas, defienden nuestras leyes o se ocupan de nuestra salud. También la creación es una medicina para el espíritu.