COAC 2025
'Los muchachos del congelao': Peter Pan, la Bella Durmiente y dos cupleses hirientes ¿quién da más?
La chirigota del Canijo alcanza una altura descomunal en los pasodobles y ya no se baja del cielo
Galería: La pasarela Disney de 'Los muchachos del congelao'
La preciosa letra del Canijo a su exmujer tras su separación: «Nos merecimos respeto»
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Chirigota
Los muchachos del congelao
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- Autor Antonio Pedro Serrano 'el Canijo'
La presentación (excepción hecha de los pasodobles, obvio) es la pieza menos humorística. Predomina la exposición de la idea, de marcado carácter feminista, por encima del golpe, la broma y el chiste. Incorporan el cameo de Mirian Peralta corriendo tras la bestia, aprovechando el rebufo del éxito de la Isla de las tentaciones. Y no termina de sonar bien. Y hasta aquí toda crítica negativa que se puede hacer de este chirigotón.
En los pasodobles, Antonio Pedro Serrano exprime el talento, el ingenio, que es bendición chirigotera. Puede haber trabajo y oficio, lo hay y es mayúsculo, pero es como el escultor que talla su figura donde otros sólo veían un trozo de mármol. La confección de los pasodobles es única. Estilo Canijesco, con permiso de quien haya utilizado este calificativo, sin descendencia porque sólo está a su altura. Todos traídos maravillosamente al tipo.
El primero a los Peter Panes de 40 y pocos años, que viven en casa de sus padres, «con un menú a la carta con un techo y una cama. Vivimos en un país donde el Peter Pan no podrá ganarse el Pan». Cada verso tiene una intención, ninguno se desperdicia. Está cosido con hilos dorados. «La España de peter panes, de tantos niños que se han perdido... es Nunca jamás, el país del desengaño».
La segunda letra es incluso mejor, porque a la belleza estilística le suma la profundidad del mensaje, que ya no es sólo crítico como antes sino que alcanza un indudable poder emotivo. Ahora es a la Bella Durmiente, esta mujer que «llevaba dormida más o menos media vida. Con un corazón cansado y un amor que era rutina». Hasta que redescubrió el beso con sentido, con cariño, de los labios de una mujer. «Ahora vive en el amor mejor despierta que dormida».
Los dos cuplés son más de 'diooo' que de carcajada. Provocadores. A Feijoo, que llegó antes que nadie a Valencia: ventajas de tener un amigo con narcolancha. Y el segundo a su perro facha, con humor político y negro a partes iguales.
Se esperaba la mejoría en el popurrí, que necesitaba cubrir esos huecos por los que podía hacer aguas el regreso del Canijo. Y ha tapado el espacio mejor que Courtois. Con dos cuartetas fresquísimas de dos de las sensaciones del Concurso: la chirigota negacionista (la vacuna te mata) y el 'ratatata' de Bienvenido. El final, sublime, puede ser la copla mejor escrita de este 2025. Con una música maravillosa. Ojalá todas las secuelas de un ictus eran como estos muchachos del congelao. De cuento.
Así cantaron en preliminares:
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'Los muchachos del congelao': El Canijo se relame con las desgracias de estos príncipes que dejan de vivir del cuento
Antonio Pedro Serrano rompe el hielo y regresa con sus formas, con su estilo, ingenioso, único; y con un punto literario por encima del resto, a la espera de apretar en futuras batallas
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