Carnaval de Cádiz
La preciosa letra del Canijo a su exmujer tras su separación: «Nos merecemos respeto»
El autor de la chirigota 'Los muchachos del congelao' manda este mensaje que puede servir para muchas parejas que se rompen y cada una de sus piezas escogen caminos diferentes
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Ha sido uno de los grandes momentos de este inicio del COAC 2025. Antonio Pedro Serrano 'El Canijo' ha vuelto al Carnaval de Cádiz después de sufrir un ictus en la primavera del 2020, justo en el confinamiento por la pandemia de coronavirus. Cinco años después, regresa con la chirigota, con muchos de sus amigos de siempre.
Pero el autor ya es una persona diferente. Ha visto la guadaña muy cerca; durante meses y meses ha sufrido graves secuelas. Ve la vida de otra manera. Además, se ha separado de su mujer y se ha venido a vivir a la Tacita de plata. Es algo que no ha querido ocultar, pues asegura que durante muchos años ha compartido el camino con una persona maravillosa a la que le debe muchísimo.
Este sábado, le dedicaba el final del popurrí de 'Los muchachos del congelao'. Una pieza brillante, tanto musical (de Raúl Cabrera) como literaria. Canijo juega con las palabras para expresar sus emociones, en un mensaje directo a su exesposa que puede servir para todas esas parejas que por diversos motivos se han roto y ahora cada uno enfila su camino por separado.
Esta es la maravillosa letra:
Queda un mundo por hacer más humano y más completo
donde el hombre y la mujer luchen juntos por tener más igualdad y respeto.
Fuimos felices, comimos perdices, Y nos dimos dos princesas,
pero el cuento acabó, nos separamos los dos
Y ahora es Cádiz la mujer que me besa.
Gracias por todo lo que me has dado,
Nunca estuve en el lodo, cuando estaba a tu lado.
Cada beso fue un vaso con envase divino,
y si fue con abrazo
Cada beso en tus brazos, era un vaso de vino.
Gracias, vengo a darte las Gracias, sigo siendo aquel hombre
que para mi desgracia
No querrás que te nombren,
El que pescando versos,
te cantaba bajito
El que fue tu univers
y pasó de ser cuerdo
a ser sólo un recuerdo
arrogante y maldito.
El señor que pasó del error al horror
Del delirio al delito
El señor que aprendió,
el valor de volar,
Y aprendió a valorar.
La mujer que dejó,
cuando le dijo al mar
hoy me voy a mojar porque más que un señor,
siempre fui, un señorito.
Menos mal que no pasamos del «te-quiero» al «te-hiero»
Del hechizo, al hachazo, del reposo al repaso.
porque somos, de acuerdo por ti, por mí, mujer
mejor separados. Yo te espero en la playa
antes de ser un muerto
Mejor que una batalla
es vivir un paseo a la luz del verano
cuando seamos ancianos
y contar los secretos agarrando las manos,
a esos seres enanos que serán nuestros nietos.
Por ti, por mí, mujer nos merecemos respeto.
