'El lado oscuro': Las puertas abiertas para quien venga con respeto

Abre telón y el patio de butacas a medias, con los palcos desalojados. Sin descanso, el público sigue eligiendo esta modalidad para el asueto y la nutrición. Respetable y triste a la vez. De ahí la enérgica presentación de El lado oscuro. El coro es un grito de rabia contra el desplante y canta con una potencia y una fuerza desgarradoras.

Los autores eligen dos buenos tangos para una final en posiblemente su mejor pase de este Concurso. El primero, quizás demasiado duro con el andaluz, al que achacan la culpabilidad de los males de esta tierra en pleno 28-F. Exhorta a la lucha unida, y es que somos el «yugo y el lado oscuro de Andalucía».

Mucho mejor el segundo al chovinismo carnavalero, a esos autores que critican a los aficionados de fuera sin entender que la grandeza actual de la fiesta viene de su llegada y de este mestizaje. «Si tú amas mi fiesta, las puertas de Cádiz entero tendrás abiertas, vengas de Loreto o de Pontevedra. Si respetas las coplas y la identidad». La musicalidad, compleja y diferente, va entrando poco a poco, no tiene el aterrizaje de otros compañeros.

Cuplés simpáticos que se quedan en el aire por la interpretación tan agresiva (por el tipo). Cada vez más partidario de que ha sido la idea, sombría y tenebrosa, y algunas letras excesivamente literarias, directas y duras, las que han impedido la conexión de 'El lado oscuro' con el aficionado. De grupo, musicalidad y afinación siguen en la élite.

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