COAC 2025
'El lado oscuro': el riesgo de buscar la gloria en el reverso tenebroso del ser humano
El coro de Pardo y Rivas da un giro radical con respecto a sus últimas creaciones, tanto en disposición en escena como en la composición musical
Julio Pardo Carrillo: «Tengo un grupo de galácticos... ¡Gracias, papá!»
![El lado oscuro.](https://s3.abcstatics.com/lavozdigital/www/multimedia/carnaval/2025/02/10/lado-oscuro(1)-Rm73TTvrGxynST8dL1W8QcL-1200x840@abc.jpg)
Coro
El lado oscuro
![Imagen - El lado oscuro](https://s3.abcstatics.com/lavozdigital/www/multimedia/carnaval/2025/02/10/lado-oscuro(2)-U32643623823rey-224x330@abc.jpg)
- Autores Julio Pardo, Antonio Rivas y Carlos Sánchez
Del romanticismo de 'Los luciérnagas' al rostro canalla de 'El lado oscuro'. Una idea tan original como elogiable, el Carnaval nunca termina de sorprender, de inventar. Representan el envés de tu mente políticamente correcta, el lado salvaje, emocional,domesticado para sobrevivir en la sociedad y encerrado en esas mazmorras imaginarias. «intentas disimular pero hay en ti un animal, el que tu conciencia quiere callar... hoy es tu lado oscuro el que va a rebelarse».
Esos pensamientos tenebrosos que todos tenemos, agresivos y violentos, escenificados por delincuentes de baja estofa que apuran el vaso en una taberna del Londres victoriano.
El coro de Pardo y Rivas da un giro radical con respecto a sus últimas creaciones, mucho más amigables, y presenta un personaje detestable a la par que reconocible. La mutación alcanza a la disposición en escena, todos con los pies sobre las tablas, huyendo de la formación clásica. La orquesta detrás y, delante, los poderosos tenores de una 'comparsa' de 45 componentes. También se siente en la composición musical, la cual cada vez se aleja más de los cánones incorporados desde la irrupción de los Dedócratas en la vuelta de la Fiesta.
El absoluto cambio de paradigma puede que les haya afectado en la interpretación, algo por debajo de un grupo de voces escogidas que se regodea cada año en la excelencia y cuya exigencia es máxima. Imprecisiones que se perciben en la presentación y en algún tramo del tango, superadas en un popurrí majestuosamente cantado.
En ese tango, muy picao en su inicio. se nota la mano de Julito Pardo, que sigue experimentando y aportando nuevas melodías y requiebros que lo alejan del clasicismo. La primera letra, de medida, canto al Carnaval desde su tipo. La segunda es obligada a quien fuera compañero en principio, enemigo después, en esta triste guerra que provoca el veneno del Carnaval. Un recuerdo a Quico Zamora en el momento más delicado de su existencia y que su hija recoge entre lágrimas desde el palco.
Los cuplés arrancan como un chotis, chulo y cargante, muy bien desarrollados, mejor interpretados, aunque no tan ingeniosos en el remate.
Antesala de un popurrí donde despliegan su inmensa capacidad vocal y que interpreta desde diversos planos y situación la dicotomía del ser humano, su hipocresía, enumerando esa «lista de maldades, más grandes o más pequeñas, pero todas miserables». Ajustado la introducción de esas campanas tubulares, va creciendo en calidad para alcanzar su máximo brillo con el tema musical de Cinema Paradiso de Morricone, el rezo posterior y un final que los lleva a asaltar los cielos.
Tú puedes puntuar a la agrupación.