Cádiz CF
Hora de disfrutar
Este reencuentro de la afición con su equipo, ese latir unísono después de tanto tiempo, constituye la mejor noticia
Esto da para lo que da
Por el camino correcto
![El Cádiz CF está en su mejor momento de la temporada.](https://s1.abcstatics.com/lavozdigital/www/multimedia/canal-amarillo/2025/02/14/IMG-20250210-WA0016_20250214105353-RzTy89lnv6qqacFCXBaUotL-350x624@abc.jpg)
Las tempestades por fin amainan y un retal de cielo clareado se atisba en el horizonte. Muchos meses de incertidumbres y pesares, de malos resultados, de derrumbe generalizado, de descenso de categoría y de deambular desorientado por la Segunda División, parecen encontrar su anhelado término con la celebrada reacción que ha mostrado el equipo.
Reacción que coincide con la llegada de Garitano, quien ha sabido ajustar las piezas en el conjunto y aprovechar mucho mejor las cualidades individuales de cada elemento. Para ello sólo ha bastado colocar a cada jugador en su posición natural y juntar las líneas, de manera que los esfuerzos no se dispersen y que cada carrera, cada disputa, cada desborde, redunden en el beneficio colectivo.
Hacía tiempo que el viejo Carranza no vivía una jornada tan festiva, tan relajada, tan feliz, como la del pasado domingo frente al Cartagena, a pesar, incluso, de que el marcador peligrase durante algunos minutos en la segunda parte. Y este reencuentro de la afición con su equipo, ese latir unísono después de tanto tiempo, constituye la mejor noticia a la que el cadismo pudiera aspirar.
Bajo la batuta de un inspiradísimo Ontiveros y la firmeza de una recuperada solidez defensiva, el Cádiz CF se ha convertido en un conjunto difícil de batir, en el que se suceden las ayudas y donde los jugadores parecen más sueltos y confiados en su juego a medida que avanzan las jornadas.
Instalados ahora casi en la mitad de la tabla, la inminente visita al líder se abre ahora como una ventana a la esperanza y la ilusión, en un apasionante duelo que ya podremos disfrutar sin la congoja amarga de la urgencia clasificatoria. Ni es momento de elucubrar con quiméricas cábalas ni sería sensato plantear aún aspiraciones mayores. Pero es hora de disfrutar de este bálsamo inesperado de ocho partidos sin perder.