Desde la Platea
Por el bien del cadismo
Cuanto antes empiece la competición, mejor para todos
Entre «los populistas», los optimistas compulsivos y los tuiteros subalternos, la cosa se está haciendo larga
Cádiz CF y la afición: la distancia no se acorta
Una salvajada, presidente

Aún con la imagen grabada en mi memoria de gente a mi alrededor llorando el descenso en la grada, una de las cosas que más deseo es que empiece de nuevo a rodar la pelota, pero en competición no en los entrenamientos. Quizás lo pida como un ludopata que cree que en la siguiente moneda tiene la oportunidad de aliviar lo perdido o como un herido que clama venganza. Tan malo es lo primero como lo segundo, porque pocas batallas se ganan desde la precipitación de quien clama venganza.
Dicen que los grandes logros se alcanzan desde la templanza. Esa que te permite fijar la estrategia con acierto para conseguir el fin que buscas. Quizás la haya en la planta noble del club en cuanto a lo deportivo, lo desconozco, pero en lo que es fuera de ella, creo que por el bien del cadismo, cuanto antes empiece la competición, mejor.
Y es que entre «los populistas», que decía Vizcaíno al que osa criticar, los optimistas compulsivos, que visten de verde esperanza, y los tuiteros subalternos, esos que no dudan en atacar a quien critica, incluso en lo personal o buceando en hemeroteca de años atrás, la cosa se está haciendo larga. Aunque quizás a quien más larga se le hace es a estos últimos, porque hay que estar muy aburrido, ser muy amante de... o tener algún interés para estar todo el día pendiente de lo que se pone y perder horas en contestar, con lo bien que se está en una terraza de bar tomando algo y debatiendo mirándose a la carita. Creo que los modernos lo llaman 'bots', que al fin y a la postre significa robot, es decir, algo sin cerebro.
Por eso pienso que por el bien de cadismo, tan proclive a dividirse aunque sea a ratitos, lo mejor es que empiece la competición y nos distraigan ya otras cosas. Aunque en el fondo de armario siga la supuesta mala gestión económica denunciada por Pina, el proyecto que revolucionará el deporte que cambia de ubicación como una ficha del parchís tras tirar un dado, los altos precios de los abonos para ver un partido mojándose o con un sol de los que producen insolación, y alguna cartita del presidente como los resultados no se den y los parroquianos se encabronen.
El presidente es listo, era hombre de fútbol, y sabe que cuando lo del verde va bien, lo de los despachos también va bien. Así que espero que cuando empiece a rodar la pelotita, por el bien de todos, haya hecho los deberes y pensado en una competición que se antoja muy difícil y muy larga... Porque si el verano está siendo largo, no quiero imaginar una temporada con 42 jornadas si la cosa no sale bien.