Pan y circo
Esto acaba de empezar
Dos acciones puntuales en los minutos del añadido bastaron para tirar por la borda tanto trabajo y sacrificio
Funesto, cruelísimo, fatal. El tiempo de prolongación frente a Osasuna supuso para el Cádiz el reencuentro con la cara más pavorosa del fútbol, esa que te hurta en un instante lo que tanto esfuerzo y sacrificio cuesta conseguir.
Dos intentos de controles en zonas comprometidas y sendas derivas lastimosas de las jugadas bastaron para tirar por la borda noventa minutos de trabajo, sufrimiento y concentración . Porque el partido fue intenso, duro, de muy alto ritmo competitivo y en el que ambos equipos pusieron en liza sus propias bazas con las que intentar anular las virtudes del contrario y buscar sin disimulo la portería rival.
Los navarros mediante la presión adelantada y el rápido juego combinativo , y los locales con su organizado repliegue para, en raudas transiciones, sorprender con el veloz contragolpe. Así funcionaron las cosas y así tomamos ventaja. Pero mediado el segundo tiempo el Cádiz se derrumbó.
Los cambios no surtieron el efecto deseado y, excesivamente atrincherados, dejamos de amenazar el área rival. Andone no ganaba ningún duelo con la defensa ni combinaba con acierto con sus compañeros y el equipo se mostraba inquietantemente incapaz de jugar en campo contrario. Futbolistas llamados a aguntar el balón en tan exigentes circunstancias, como Perea y Álex, apenas participaban en la posesión. Uno, demasiado escorado en banda y sin apoyos, y el otro, ahíto ya de tanto despliegue por todo el campo en denodada labor en defensa y en ataque.
Aun así, la única ocasión que pudieron encontrarse supuso la jugada del penalti, con la que cobramos nueva, y parecía que ya definitiva, ventaja en el marcador. Pero el destino guardaba un final de partido inesperado y desolador.
La competición no hecho más que empezar y tiempo queda de sobra para recuperar estos tres puntos que se nos escaparon, in extremis, de las manos. Con el amplio ramillete de nuevas incorporaciones, la plantilla, a decir del propio míster, queda más compensada y ofrece cierto salto de nivel respecto a la de la campaña anterior. Por venir de quien viene, nada más tranquilizador que tal aseveración.
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