Cádiz - Osasuna
La pizarra del Cádiz 2-3 Osasuna
Debacle amarilla en una recta final de partido horrible con fallos groseros y jugadores que cumplen las directrices del entrenador tras entrar de refresco desde el banquillo
Autodestrucción
No puede ser y no se puede volver a repetir. Ganar en Primera División es tan complicado que si tienes los tres puntos atados en el minuto 90 de un partido, como mucho se te pueden escapar dos, pero no los tres. No, así no. Y más aún cuando propicias que todo ello pueda pasar con errores imperdonables. Una mano en el área pequeña que no debe estar nunca ahí y un saque de esquina en el que el rival remata solo en el segundo palo.
Pero volvamos más atrás. Los problemas del Cádiz ante Osasuna no llegaron en el descuento, lo hicieron antes. El último cuarto de hora de partido del equipo amarillo fue muy malo. Los jugadores que entraron desde el banquillo no se ofrecieron el nivel de sus predecesores en el campo y además no ejecutaron lo que el entrenador les pidió. ¿Podría haber hecho Cervera otro cambio? Él mismo reconoció que se planteó meter a Jonsson y Álvaro Jiménez pero el partido no iba mal, y así fue. El encuentro estaba controlado hasta que Osasuma empujó y el Cádiz no reaccionó.
Una debacle que debe ser considerada como un accidente porque el partido del Cádiz no fue ni mucho menos malo. Estuvo por delante muchos minutos y la tónica del choque no fue contraria a los intereses cadistas. Sin dramas y sin escándalos, el Cádiz ha perdido un partido en el minuto 90 por sus errores, no por ser peor que el rival . Tranquilidad.
1. El trivote funciona
Álvaro Cervera soprendía con tres jugadores en el centro del campo y sin que Jonsson estuviera en el terreno de juego. Álex, Alarcón e Iza formaban parte de esos tres jugadores que completaban más un 4-3-3 que un 4-5-1. Choco Lozano y Salvi ocupaban los carriles mientras que Negredo se quedaba en ataque.
La fórmula de Álvaro Cervera funcionó pues el Cádiz se mostraba solido en su línea defensiva y no pasaba apuros. Además el equipo robaba y llegaba al área contraria. Fruto de ello el gol del Cádiz obra de Álex. El madrileño empieza y termina una jugada que acaba con el primer tanto cadista y una muestra más de que este equipo sabe correr de lo lindo si le dejan .
El gol dio alas al Cádiz que se mostró más fuerte ante un rival que tenía la pelota pero no lograba hacer daño al conjunto gaditano, por más que sobaba la pelota y la acercaba a las inmediaciones deun área en la que Fali es el capitán general.
2. Solidez a pesar de las manos
Cervera movía el banquillo al descanso quitando a los dos jugadores que tenían tarjeta. Haroyan y Choco Lozano dejaban sitio a Cala y Perea, aunque ninguno de los dos mejoró al armenio y al hondureño. El guión del partido no cambiaba aunque Cervera movía en parte el equipo colocando a Álex más de media punta y a Alarcón con Iza como doble pivote . Perea ocupaba la izquierda mientras que Salvi seguía en la derecha.
Los amarillos tenían el partido controlado a pesar del dominio de la posesión rojilla, nada nuevo. No sufría el Cádiz hasta que llegó el carrusel de manos y penaltis. La primera de Akapo, evitable, que propiciaba el empate y minutos más tarde otra mano que transformaba Álex desde los once metros para poner el 2-1.
Cervera cambiaba a Negredo y metió a Andone, que debutaba con los amarillos pero la entrada del rumano no salió. El jugador estaba perdido y casi no cogía un solo balón, todo lo contrario que el vallecano. Mal debut de Andone que tiene que ir a más en las próximas semanas.
3. Desastre final
Con Andone en el campo, Cervera metía otro delantero. Osmajic saltaba el campo por Salvi cuando muchos esperaban la entrada de Jonsson. El partido no pintaba mal ni mucho menos. El Cádiz lo tenía en bandeja realmente a pesar del dominio de Osasuna. Solo un disparo de Kike García al palo inquietaba al conjunto gaditano.
Con los dos puntas, Perea y Álex en las bandas, Cervera buscaba que los arietes echaran hacia atrás a la defensa rojilla pero nada de nada. Osmajic y Andone no lograban entrar en la dinámica del equipo ni del partido. Permitían que la defensa rival avanzara metros y se acercara al área. Nula aportación de los delanteros que unidos a los fallos finales hicieron el resto.
El Cádiz se descomponía ante la avalancha de Osasuna que puso en el campo todo lo que tenía. Rubén García y Roberto Torres por dentro hacían daño a los amarillos. Primero unas manos totalmente evitables de Cala que puso en bandeja el penalti de manera incomprensible . Luego un córner que no se puede conceder por parte de Fali es rematado solo por David García en el segundo palo. Un desastre de final que por desgracia empaña un partido que no fue malo y en el que realmente el resultado no debió ser de derrota.
Sirva para aprender y sobre todo para entender cómo es este equipo más fiable y ganador. Los nuevos deben meterse cuanto antes en la rueda y el equipo no perder nunca sus señas de identidad.
