Cádiz CF
Sin Pina no hay caja
La política de «vender para crecer» que tanto proclama Vizcaíno se ha quedado estancada desde la marcha de los jugadores firmados por el murciano
Los pasados días, el presidente del Cádiz CF, Manuel Vizcaíno, estuvo en Rota en la entrega de unos premios anuales que concede la peña El Camaelón, donde quiso dar varios mensajes de cara a la afición y en donde dejó ver parte de la filosofía que ha impuesto en el club con más o menos acierto. En resumidas cuentas, el empresario sevillano manifesto que el club «no se va a quedar aquí, va a seguir avanzando y va a seguir creciendo». A continuación, regaló los oídos de los presentes vaticinando algo que aún está muy lejos de conseguirse. «Tendremos mejor equipo que el año pasado». Y sacó pechó recordando que han «incorporado a un central del Real Madrid, un lateral derecho titular de la Real Sociedad (Zaldua) y a una apuesta (Mabil), porque hay que traer apuestas porque hay que vender para crecer». No dijo aún Fede San Emeterio, otro fichaje vendido por el club pero que no es una cara nueva ni un refuerzo.
Alertó, y aquí la sorpresa, de que han «conseguido que jugadores no se vayan , porque se han interesado y no tenemos que vender bajo cualquier criterio, venderemos cuando entendamos que será bueno para el club», subrayó un presidente que desde que echó por problemas con la justicia al que fuera su socio Quique Pina no se puede decir que haya vendido muchos futbolistas. Manu Vallejo y poco más. Y porque se lo encontró. Como Cervera, que vio como se lo subió al primer equipo Cordero sin previo aviso.
Pero el caso es que un buen porcentaje de los éxitos de Vizcaíno al frente del club hay que dárselos a Cervera, entrenador que sacó al equipo de las catacumbas y lo mandó al paraíso con equipos manifiestamente mejorables. Y junto a Cervera, fue Juan Carlos Cordero otra parte importante del crecimiento de una entidad en la que ha tenido al frente a un máximo dirigente que sí ha sabido cambiar la dirección de las velas en el momento oportuno . He ahí el gran acierto de Vizcaíno.
Cerca de quince millones de euros
Sin embargo, a lo largo de su etapa como presidente del Cádiz CF han sido menos los aciertos en lo meramente económico-deportivo. La caja, esa caja «de vender para crecer» que tanto repite, se hizo con jugadores traídos por el tándem Pina-Cordero. Son los casos de Aridane (2,5 millones), Aitor García (1), Lucas Bijker (350.000 euros) o Alvarito García (5,5), que entre todos ingresaron cerca de diez millones de euros a la economía del club. A esto habría que sumarle los cinco kilos proporcionados por Manu Vallejo, un acierto en la gestión del tándem Pina-Cordero al subirlo al primer equipo en un verano en el que Alvarito y Salvi se declararon en rebeldía a la espera de firmar por un club de Primera. En cambio, desde la marcha de los murcianos, 'nasti de plasti'.
Para colmo, los gastos no han sido una cuestión baladí. Por descontado que han venido al Cádiz CF jugadores interesantes, apetitosos en el mercado, pero por una cosa o por otra Vizcaíno nunca ha sabido venderlos por el bien de su filosofía. Se le estancó Álex, se le ha estancando Espino, se le fue Jonsson... Y así con muchos futbolistas que bien podrían haber dejado un dinero en las arcas del club y sin embargo tan sólo han cobrado sus salarios como está mandado.
Además de ello, también ha habido problemas con jugadores consagrados que han venido ganando un dinero y se han ido tarifando. Son los casos de Sergio Sánchez y Jurado, con el primero se llegó a un juicio por el que el Cádiz CF pagó un millón de euros y al segundo se le ha tenido que pagar una rescisión brutal.
Además, en la lista de pufos 'made in Vizcaíno', es decir, jugadores por los que se hizo una inversión y han pasado sin pena ni gloria pero cobrando sus salarios aparecen jugadores como Rhyner, Caye Quintana, Luismi Quezada, Pantic, Renella, más el trío Gaspar Panadero, Mayoral y Dani Sotres, que vino justo en el verano en el que el Cádiz CF había logrado el ascenso.
También ha habido gestiones precipitadas y costosas. Una por ejemplo, la de Álvaro Giménez, delantero que se firmó en un mercado invernal pagando un alto precio de traspaso al Birmingham City además de su salario, cercano al millón y medio de euros.
Ya en Primera llegaron centrales sin pretensión alguna como Alcalá o Haroyan , que tal como vinieron se fueron al cumplir la temporada de rigor. También cesiones poco exitosas como la del descentrado Bobby Adenkanye o la costosa y más reciente de Florin Andone.
Otras operaciones sin suerte parecen estar siendo las de Álvaro Jiménez, por el que se pagó un pequeño traspaso al Albacete; Osmajic, al que ya se le busca destino en Portugal; Martín Calderón, que no termina de ser ese jugador que decían iba a ser desde La Fábrica de Valdebebas.
Especial indignación hubo en el cadismo cuando se firmó, sin ejecución obligatoria de compra, a Nano Mesa, por el que el Cádiz CF ha pagado un salario importante y una rescisión de contrato totalmente evitable a juzgar por lo poco o nada que Cervera lo empleó.
Con ejecución de compra vinieron el año del ascenso a Primera Malbasic y Pombo, por los que se pagaron traspaso; Alejo y el Choco Lozano, con traspaso y que acaba contrato este año y no hay visos de renovación pese a ser una perita en dulce.
Otra promesa al estilo Osmajic fue Jovanovic , al que el Cádiz CF echó para ver como ahora ha sido traspasado por el club al que fue .
Uno de los borrones de Vizcaíno es su nula capacidad para poder vender a un jugador traído por su 'administración'. Y a fe que lo está intentando. El año pasado cruzó el charco a por tres internacionales como el chileno Alarcón, el argentino Ledesma y el paraguayo Arzamendia, pero ya ha pasado un año y salvando el arquero aún no tienen mucho mercado a la vista. Por todos el Cádiz CF pagó traspasos.
El caso es que pudo estar cerca con Jens Jonsson, un buen fichaje de Óscar Arias, pero el internacional danés se ha ido libre y quedándose a unos pocos partidos por renovar. Se esfumó esa opción como también se esfumó la de Salvi (ahora en el Rayo como agente libre) y va camino de lo mismo el Pacha Espino. Tanto Negredo como Fali se da por hecho que acabarán contrato sin salir del club.
Mención aparte merece el apartado de la cantera, donde aparecen Saturday y Seth Airam, dos canteranos con fichas de jugadores de primer equipo que cobraban en torno a los 250.000 euros. Además, apuestas por jugadores de fuera como Cristian Márquez, Kike Carrasco, Juanjo Arguez, Alalla Iasa o Luka Cveticanin (cedido al San Fernando) han pasado o están pasando sin pena ni gloria por el filial.
Indudablemente, no hay dirección deportiva sin manchones en su hoja de servicio. Sin ir más lejos, a Cordero y Pina también se les puede achacar las llegadas de muchos jugadores prescindibles del estilo Querol, Santamaría, Malone o Mario Barco; no obstante, sobre la mesa ponen las ventas realizadas y estas superan con creces a las pérdidas.
Vizcaíno quiere crecer y conste que lo está haciendo. Sin embargo, en el ámbito deportivo aún no ha dado ese pelotazo que culmine su gestión, ahora más centrada en la especulación de terrenos y negocios externos al fútbol que en vender jugadores, que como él mimos ha dicho, se ha negado a hacer en este pobre mercado de verano.
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