Cádiz CF
Pina pide a Vizcaíno una acción de responsabilidad «por el ridículo» de Delphi
La medida no sale adelante debido a la mayoría del consejo, que pasó el rodillo por un orden del día que dejó varias anécdotas y algún que otro rifirrafe
Cada año que pasa, Manuel Vizcaíno tiene más controladas sus juntas de accionistas . Nada que ver con aquellas eternas que se celebraban en el Hotel Tryp La Caleta con Antonio Muñoz o mucho más anteriores con Irigoyen en el Tiempo Libre. Las de ahora son de toco y me voy. Muy distintas de aquellas en las que se liaban grandes pajarracas a las que incluso tenía que asistir una ambulancia para asistir a los presidentes de entonces, que se encendían tanto con los accionistas que hasta daban sus sustos en vivo y en directo. Cositas del corazón. Y, sobre todo, de esas juntas donde más de uno se colaba con alguna copita de más dado que la velada alcanzaba altas horas de la noche.
Pero ahora todo es distinto . A la prohibida entrada de la prensa que se instauró con Vizcaíno ya en el poder, el presidente sevillano también ha encorsetado más aún las juntas dejando el uso de la palabra a sus accionistas en apenas una intervención, que debe ser pedida de antemano rellenando un formulario previo. Este hecho ya produjo algún que otro desencuentro con Carlos Medina en la última junta antes de la celebrada este jueves.
Por no hablar de la escasa presencia de accionistas minoritarios. En la de este jueves apenas habían cinco, entre los que se encontraban Enrique Moreno, Luis Mora, Elena Medina, Juan García y Martín José García, este último a título personal puesto que forma parte del equipo de trabajo del club. Además de los ya mencionados, también estaba presente, como no puede ser de otro modo, el consejo de administración que presidía la mesa de la junta celebrada en el antepalco de Carranza.
También se presentaron Quique Pina y sus abogados , en representación de Calambur Intermediaciones, Enrique Labrador y Antonio José Madrid Osete, quien tuvo sus más y sus menos con el presidente Vizcaíno a cuenta de una ausencia que más adelante se comentará. Total, que alli estaban como en familia. Mal avenida, pero familia al fin y al cabo. La del Cádiz CF SAD. Nada que ver con aquellas donde se podía llegar a los 70 'invitados'.
Pasadas las diez llegaba Quique Pina . El murciano sigue teniendo voz en un club en el que cada vez pierde más poder debido a los cambios de accionariado y a las distintas ampliaciones de capital que se han llevado a cabo por obra y gracia de Vizcaíno, quien año tras año sigue amasando su poder, que ahora comparte con Rafael Contreras, su mano derecha.
En su intervención, Pina tachó de «ridículo» el proyecto de compra sobre los terrenos de Delphi y quiso emprender una acción de responsabilidad contra el consejo que no salió adelante dado que la parte de Vizcaíno representa ya de por sí la mayoría del quorum en cada votación. Para ejercer esta acción de responsabilidad, Pina argumentó los gastos a fondo perdido que se han podido pagar en la compra de unos terrenos expropiados ahora por la administración. A su vez, afeó al presidente el recurso que escribirá el club y que motivará seguramente que ese dinero (los 2.750.000 de euros) tarde más de un año en ingresarse en la caja del club. Por no hablar del 1.700.000 euros ya pagados al ayuntamiento de Puerto Real por el IBI adeudado de los terrenos expropiados.
De igual forma, Pina le recriminó también que se fijase en invertir el dinero del fondo de inversión de la Liga en terrenos tan polémicos y no se centrara, como hacen la mayoría de los clubes, en adecentar el propio estadio, dotarlo de más cubierta o mejorar la ciudad deportiva.
Operación Líbero
No se quedó ahí Pina en su diatriba contra Vizcaíno. Recientemente, la justicia exculpaba al murciano del presunto blanqueo de capitales que le costó ser encarcelado y, como consecuencia, ser despedido del Cádiz CF por el presidente Vizcaíno. Pues bien, a esta causa se presentó como parte implicada el Cádiz CF, pero el juez Pedraz expulsó al club cadista al no ver vinculación alguna en el proceso de la Operación Líbero entre el club y Pina. Por esto mismo, Pina, como accionista del Cádiz CF, exige responsabilidades a Vizcaíno y le pide que justifique y devuelva todo el dinero gastado en dicha causa y que podría ascender, entre abogados y procuradores, a 100.000 euros.
Para ir terminando su intervención, el que fuera consejero delegado y responsable deportivo del Cádiz CF, ironizó sobre la idea de hacer dinero al margen del fútbol. «¿Dónde está esa máquina de hacer dinero que no veo?», le reprochó antes de criticar su pésima gestión en el mercado de fichajes del verano pasado.
Una vez lanzada sus demandas, Quique Pina abandonó la estancia despertando el malestar del accionista minoritario del Cádiz CF, Luis Mora , que no tuvo reparos en afirmar a CANAL AMARILLO lo que considera «una falta de respeto no sólo al presidente, que guste o no, es el que es, sino también a todos los accionistas. Más allá de la torpeza de no recibir ni escuchar la respuesta que pueda darle», manifestó el abogado gaditano tras una junta que en esta ocasión no contempló el contrato de confidencialidad que sí tuvieron otras anteriores.
Otro de los accionistas que habló fue Enrique Moreno, quien preguntó sin obtener respuesta, sobre los derechos de suscripción que Locos por el Balón ha concedido a la empresa Capri -propiedad de Contreras- y que esta a su vez ha traspasado en un 50% a Value, propiedad de Vizcaíno.
La mañana tuvo para todo. Aunque debido al poco espacio de tiempo en la que se finiquitó la misma no hubo tantas anécdotas como en otras ocasiones, sí que destacó un pequeño rifirrafe entre el abogado de Calambur, Antonio José Madrid Osete, y el presidente del Cádiz CF, Manuel Vizcaíno. Con anterioridad, el letrado había preguntado una cuestión al sevillano, que viendo que Osete se había ausentado declinó -como hizo con las cuestiones planteadas por Pina- responder al no estar presente sus respectivos interlocutores. Sin embargo, el abogado entró en la sala de nuevo excusándose en que había tenido que salir para atender una llamada laboral, a lo que el mandatario cadista le contestó diciendo que se encontraba trabajando también en la junta de accionistas y que le parecía una descortesía su 'espantá' temporal.
Y así, entre riñas y bostezos, finalizaba una junta de accionistas que echó el cierre a los 42 minutos.
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