Cádiz CF

El Cádiz CF llevará a juicio al mejor entrenador de su historia

Álvaro Cervera y Manuel Vizcaíno no llegan a un acuerdo en el cobro del finiquito del extécnico cadista

Vizcaíno y Cervera, en junio de 2020. CCF

Alfonso Carbonell

Manuel Vizcaíno prometió tanto a Álvaro Cervera como a su segundo Roberto Perera que no escatimaría en absoluto a la hora de pagarles sus contratos pese a destituirlos tras la debacle en Pamplona de principios de año. La promesa la hizo tanto en privado, como en público. Pues bien, hasta el momento, todo está quedando en papel mojado.

La palabra del presidente siguió en alza durante la rueda de prensa en la que informaba de la destitución de Cervera . Allí, en la sala de prensa de Carranza, Vizcaíno no tuvo reparos en contestar que «no habría ningún problema» a la hora de finiquitar los contratos de Cervera y su ayudante. Pero ya los había. Vamos que si los había... Él mismo los estaba creando. Han sido tantos que a los mismos tan sólo les pondrá fin el martillazo de un juez. O sea, y en pocas palabras, el Cádiz CF llevará a juicio al que ha sido su mejor entrenador de la historia.

Las cifras

Las cantidades que se le deben al tándem Cervera-Perera ascienden a algo más de tres millones y medio de euros . A estos hay que sumarle también el cuarto plazo de la prima del ascenso que aún no ha sido cobrada por los dos extécnicos cadistas cuando prácticamente todo el plantel ya se lo ha podido hasta gastar.

Hace unas semanas, Línea 6 Comunicación apuntaba con exactitud las cifras que aún debería embolsarse Cervera. Según estas, el club le debería 550.000 euros de lo que resta de temporada más 1.150.000 de la 22/23 y otro tanto de la 23/24. En total, 2.850.000 euros. A estos hay que sumarles los 150.000 euros de lo que queda de temporada para su segundo más sus 600.000 de las dos temporadas restantes.

En realidad, los problemas han sido creados más por una parte que por otra. De hecho, el entrenador vio desde el primer momento como en el acto de conciliación en el que ambos bandos intentan evitar un juicio, su club, bueno su exclub ya, iba a la negociación con el 'no' en la cara. Importante. Ese acto de conciliación se produce después de la despedida de Cervera en Carranza. Eso como dato que luego más adelante se analizará.

Por lo que se ve, Vizcaíno no sólo tiene pensado incumplir su palabra sino también lo que firmó en el contrato de renovación que se le hizo al entrenador de los dos últimos ascensos en junio de 2020. Como es sabido, a Cervera se le renovó hasta 2024 y ha sido destituido a primeros de año.

Acto de conciliación sin avenencia

Como se ha dicho, una vez que Vizcaíno ha prometido y firmado que a Cervera se le pagará íntegramente su finiquito se celebra el acto de conciliación entre los abogados del club y del entrenador. Por parte del Cádiz CF acude al acto el abogado y catedrático penalista Emilio Cortés y no Martín José García Marichal como suele ser habitual en estos casos. De la reunión se sale sin acuerdo por lo que al no haber avenencia todo acabará en juicio dado que el Cádiz CF no sólo no acepta las cantidades que se le debe al entrenador sino que incluso no ofrece alternativa alguna a pagarlas a pesar de que los representantes del técnico intentan buscar una solución.

No hay acuerdo. ¿Y por qué? ¿A qué se agarra el Cádiz CF para no pagarle lo que le debe al que ha sido su mejor entrenador de la historia? ¿Por qué considera que hay que llevarlo a juicio? Son dos razones, pero la jurídica es una. El club cree que el despido es procedente y se centra en las declaraciones de Cervera justo después de la derrota en El Sadar y en la que, según la directiva cadista, el entrenador desliza que no está capacitado para sacar el asunto adelante por lo que no tienen más remedio que despedirlo por bajo rendimiento.

En esa comparecencia, es cierto que a Cervera se le ve derrotado, sin alma, como dispuesto a ser cesado. Más que dispuesto, esperando el devenir de los acontecimientos porque ve que el equipo está hundido y sus jugadores ya no creen. Dice cosas tales como que al Osasuna, que le acababa de ganar sin despeinarse, le había «visto hacer mejores partidos en casa». Y eso para empezar. Definía a un equipo y a otro de la siguiente manera: «Son más intensos que nosotros y con la pelota también son mejores». Demoledoras palabras, sin duda.

En la sala de prensa del Sadar no había periodistas gaditanos para tirarle de la lengua. Ni necesidad que faltaba porque Cervera sabía muy bien el mensaje que quería lanzar ese día. Fue preguntado por si consideraba viable la permanencia del Cádiz CF y contestaba que veía «factible la salvación» pero que habría «que cambiar muchas cosas». Y él solito, sin que nadie le hiciera reconsiderar sus propias palabras, matizaba con contundencia. «Y con esa frase (la de cambiar muchas cosas) se pueden pensar muchas cosas. Si quieren pensar en mí, pues piensen en mí también». Y Vizcaíno lo pensó. Y tanto que lo pensó. Pero no sólo para destituirlo, también le estaba dando las llaves del juzgado a su defensa.

Obviamente, desde el lado del entrenador se sostiene que los argumentos de Vizcaíno para marcar como procedente el despido no se sostienen dado que al poco de echar a Cervera, el club larga a cinco futbolistas y trae a otros tantos para reforzar un equipo que desmantelan en cuanto se abre el mercado dado el poco rendimiento que se le podía sacar.

Pero a las razones jurídicas que empleará para defender su decisión Manuel Vizcaíno hay unas que van más al plano sentimental y se remontan a la comparecencia de despedida de Cervera. Y es que en la parte noble de las oficinas del estadio sacuden con fuerza las palabras de cariño en exclusiva que el entrenador dedica a Juan Carlos Cordero, exdirector deportivo que Vizcaíno despidió debido a su guerra con Pina. Esa dedicatoria y, muy especialmente, la omisión por completo de todos y cada uno de los nombres y hombres que representan el Cádiz CF de Manuel Vizcaíno, empezando por él, motivan que la decisión ya meditada de no pagarle religiosamente el finiquito se imponga con más fuerza si cabe.

Así pues, todo indica que los caminos del Cádiz CF y de Álvaro Cervera se volverán a cruzar pero no con un balón de por medio ni un chándal, sino con un martillo y una toga.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación