Cádiz CF
Perdidos y sin faro
El Cádiz CF deja pasar la oportunidad de encontrar una brújula y ahora se enfrenta a un precipicio que le sobreviene y a oscuras
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El Cádiz CF se cegó en el último día en la captura de un delantero y ha estado deslumbrado durante toda la pretemporada. El mercado de fichajes veraniego -si Ocampo y Bongonda no lo remedian- ha sido un fiasco y son muchos los que opinan que la plantilla de Sergio ha sufrido más que un impulso, un retroceso. Ya se verá. Eso sí, lo único cierto es que el Cádiz CF acabó peor el cierre de mercado que lo empezó dada la salida (de gratis) de Perea y la ausencia de un recambio por el interior manchego que ahora tratará de ascender a Primera con el Granada.
Precisamente, el equipo de Sergio, que tanto necesita el balón, se desatiende de un futbolista tan irregular como talentoso con la pelota en los pies. La marcha de Perea no debe verse como algo tremendista, pero sí que duele verlo marchar y no dar la bienvenida a otro. Sobre todo, porque el Cádiz CF necesita «meter muchas dosis de fútbol», que diría no hace mucho el entrenador del equipo.
Sergio ha estado callado buena parte de la pretemporada . Por tanto, tiene su parte alícuota de culpa en el fracaso reciente. Nadie como él para levantar la voz justo el día en el que se conoció que Rubén Alcaraz, su extensión en el campo, se rompía para seis meses jugando un bolo catalán contra Jamaica. Entonces, aún resonaba los ecos de la fiesta por la permanencia y puede que la resaca en los cuerpos no dejasen ver lo que claramente se acercaba por el horizonte, un iceberg de realismo que se ocultó.
¿Qué ha pasado en tres meses para que el Cádiz CF quiera, tenga o discuta la pelota sin importar al rival para que ahora la deteste, se esconda de ella o la escupa directamente? Pues muy facil, lo que se veía que podía pasar desde que Alcaraz entró en la enfermería.
Después de disfrutar de la mejor manera la fabulosa segunda vuelta del Cádiz CF del curso pasado, duele ver ahora a ese mismo equipo tan acomplejado y mustio. Lo que antes era valentía, ahora es cobardía. Lo que antes era ambición, ahora es conservadurismo. Lo que antes era ataque, ahora es trinchera. ¿Y por qué? Muy fácil, este Cádiz CF anda perdido, desorientado en medio de un bosque a oscuras y le ha quitado el faro y no lo han repuesto. Craso error de la presidencia deportiva del Cádiz CF, que a falta de asesores cuenta una pléyade de empleados asentados a su puesto.
Es cierto que muchos podrían pensar que la demarcación estaba bien cubierta. Mediocentros como José Mari, Tomi Alarcón, Fede San Emeterio, Antonio Blanco o el propio Álex Fernández aparecían en escena para calmar las aguas, pero se está viendo que no desde el punto y hora que los dos primeros partidos ligueros ha jugado de inicio formando parte del doble pivote Fali, un parche en toda regla.
La esperanza se asienta en Alcaraz, que por otro lado no puede verse con tal responsabilidad de buenas a primeras. Se ha dejado pasar todo un verano, que se dice pronto, sin darle el recambio necesario a un jugador que en el mejor de los casos estará al cien por cien en un mes . Una locura para un equipo que ha empezado cojo la Liga y sin luz.
También hay fe en que los que están den el paso. Son principalmente los casos de dos hombres salidos de la Fábrica. Pero en su primer partido Blanco distó mucho de ser ese hombre con personalidad y experiencia -lógico si se atiende a sus 21 añitos- y Álex no se encuentra en su mejor momento tras salir de una lesión. Al margen de que los mejores momentos que el pelirrojo ha dado al Cádiz CF ha sido en la posición de mediapunta y no dirigiendo desde el centro del campo.
El Cádiz CF tiene un señor problema que se ha evitado afrontar durante un mercado de fichajes tan dañino como perjudicial para un clima que no mejora.
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