Los hombres de Jesús Casas

Antonio Valimaña

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23/12/2022
Actualizado 27/12/2022 a las 11:20h.

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«Las personas con las que te rodeas influyen en tus comportamientos. Elige a los que te ayuden a ver lo que tienes que ver, no lo que tú quieres ver. Piensa que el sentido común es el arte de resolver problemas, no de plantearlos». Es el mensaje que Jesús Casas colocó en las redes sociales tras el adiós de España ante Marruecos en el Mundial de Catar.

Fue entonces cuando se avivó la polémica. ¿Dardo a Luis Enrique? El gaditano Jesús Casas lo borró para no alimentar las suspicacias y ahí quedó.

Olvidado aquello, lo cierto y verdad es que Jesús Casas ya afronta una nueva e ilusionante etapa. Esta vez lo hace como primer espada y liderando un proyecto ambicioso como seleccionador de Irak, un país que únicamente estuvo presente en el Mundial de México'86. Hace ya la friolera de 36 años y no pasó de la primera fase al caer en los tres encuentros que disputó.

Allí llega ahora Jesús Casas con sus hombres para intentar hacer historia y plantarse otra vez en México, país que albergará el próximo Mundial junto a Estados Unidos en 2026.

Un vibrante reto que Jesús Casas, quien ha adquirido muchos conceptos estando junto a técnicos de la talla de Luis Enrique y Javi Gracia, afronta con la mayor de las ilusiones. Eso sí, arropado por un 'staff' técnico elegido por el gaditano. Son los hombres de Jesús Casas.

Si algo tiene claro el que fuese mano derecha de Luis Enrique en la selección española es que «en el fútbol actual, y cada vez pasa más, hay que contar con un potente 'staff' técnico». Y recalca el gaditano: «Antes había entrenadores que trabajaban en horas separadas con el preparador físico porque no se soportaban. Ahora eso es impensable. Hay que dominar muchos más aspectos y ahí es clave el grupo de trabajo. No basta con tener a tu círculo de confianza alrededor, hay que saber delegar en ellos».

Jesús Casas ha aterrizado en Bagdad junto a cinco miembros más . «Me hubiese gustado llevarme a alguien más, pero la Federación de Fútbol de Iraq pone una cantidad de dinero y yo decido qué grupo de trabajo me llevo. Lo importante es trabajar en condiciones. Hay mucha labor de búsqueda y seguimiento».

Los elegidos son el excadista Alejandro Varela , conocido de sobra por todos, y Salva Romero, quien ha pasado por Recreativo, Rayo Majadahonda y Córdoba. Ambos serán segundos entrenadores, al mismo nivel. Ahora bien, como especifica Jesús Casas: «Varela se centrará más en la fase defensiva, y Salva Romero en la ofensiva. Eso sí, sin que ambos descuiden facetas y que, al mismo tiempo, se complementen».

El portuense Pablo Grandes, quien jugó en Escocia y como técnico fue ayudante de su paisano Mere en la UD Logroñés, va como asistente y analista de rivales. «Él fue alumno mío en el curso de entrenadores. Es muy currante y muy válido. Yo lo recomendé para el Cádiz CF y ahora cuento con su trabajo en Iraq».

Como preparador físico estará Javi Benavent, quien ha pasado por países como Kuwait, Armenia y Ucrania, sin olvidar que en la competición española estuvo presente en clubes como Villarreal y Andorra.

Por último, David Valle, quien fuera portero del San Fernando CD, además de Gramanet, Terrassa, Poli Ejido, córdoba, Hércules, Badalona y Nástic se dedicará a lo que conoce: entrenar a los guardametas.

Sobre el día a día, Casas apunta: «Viviremos en Bagdad. Estaremos en tres pisos. Ellos cinco en un par y yo solo. Me voy de momento sin familia porque mi mujer tiene aquí su trabajo y mi hija no puede descuidar sus estudios. Además, si no me los llevé a Barcelona, imagínate a Bagdad».

Además el nuevo seleccionador de Irak apostilla: «Son cuatro años, pero al final de cada año se puede resolver el contrato si alguna de las partes no está de acuerdo».

Sincero como en él es habitual, quien fuese miembro del cuerpo técnico del Barça de Luis Enrique reconoce que trabajan a conciencia para adaptarse al fútbol de este país asiático. «Reconozco que no conocía mucho del fútbol de Iraq. Estamos a marchas forzadas».

Un conocimiento que se irá adquiriendo con el trabajo diario. Y es que para empezar disputan la Copa del Golfo desde el próximo 6 de enero en Basora (Irak). «No puedes contar con todos los jugadores porque no es fecha FIFA. No han dado permiso todos los clubes», comenta. Y apunta: «El objetivo es ir creciendo y, sobre todo, para clasificarnos para el próximo Mundial. Ahora toca analizar cómo competimos ante rivales de nuestro nivel y qué ideas queremos marcar. No renunciamos a nada».

A fin de cuentas, las diferencias ya no son tan abismales entre las selecciones desde que la globalización llegó al balompié. «La llegada de la Ley Bosman amplió el número de extranjeros por equipos. Ahora todos los países exportan jugadores y, además, la inmigración hace que muchos jugadores se formen desde el primer momento en esos países tan competitivos. Por ejemplo, muchos jugadores de Marruecos han nacido en Europa y les han dado un añadido a su selección. En esa línea va el fútbol», matiza.

Sobre sus convocatorias en Iraq, Jesús Casas avanza: «Buscaremos jugadores que jueguen en Europa y con antecedentes en Iraq para reclutarlos. Ahora viene algún veterano para dar solidez y experiencia, pero sobre todo gente con 20, 21 y 22 años para verlos y conocerlos. Haremos el camino con ellos».

Entre los más conocidos se encuentran Zidane Iqbal, mediocentro de 19 años que de manera testimonial ha jugado con el Manchester United en la Champions, y el pivote Alexander Aoraha, también de 19 años de edad y que milita en el Queens Park Rangers.

Junto a ellos algunos que compiten en Suecia. Son los casos del lateral derecho Alai Ghasem, lateral derecho de 19 años que milita en el IFK Göteborg; el delantero Amar Muhsin, delantero de 24 años que compite con el Helsingborgs; o el mediocentro Amir Al-Ammari, de 25 años de edad y jugador del Mjällby.

«La idea es profesionalizar el fútbol en Irak. Allí fue importante en su momento, pero la guerra frenó el presente y futuro del país en muchos sentidos. También en el fútbol».

Sin lugar a dudas, un trabajo nada sencillo que Jesús Casas afronta con una pasión enorme. Triunfar en el Golfo Pérsico es ahora su meta y él vive del presente, sin obsesionarse con el futuro. «La idea de volver a Europa siempre está ahí, pero eso ahora no es lo importante. Ahora la oportunidad está en Irak, con la mente puesta en la filosofía del trabajo diario para alcanzar la meta del próximo Mundial. En frío claro que me gustaría entrenar a un buen club europeo, pero vamos paso a paso. Ahora no pienso en eso», aclara.

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