La gestión de la banda, clave

Cuando un equipo como el de Cervera depende tanto, tanto del poder de sacrificio y solidaridad de sus jugadores la gestión del vestuario para que este sea una balsa de aceite se antoja crucial. La familia, la banda, la unidad del equipo y todos esos términos que han recaído sobre este Cádiz CF en el que la ‘La lucha no se negocia’ es el mantra de presentación hacen que la mano izquierda del entrenador deba ser utilizada a la perfección.

Está claro que no hay más secreto para que la unidad prevalezca que se consigan resultados, y es eso precisamente lo que Cervera ha conseguido y casi garantizado a los largo de sus años al frente del banquillo gaditano. Ya se sabe que cuando la pelotita entra y los objetivos se consiguen la unidad viene prácticamente sola, pero sería faltar a la verdad si no se destaca que en este vestuario manejado por Cervera la nota predominante siempre ha sido la alegría, el buen rollo y el compañerismo. Incluso jugadores que salieron rebotados como Brian Oliván, Sergio Sánchez, Carpio o Jurado apenas dieron una voz más alta que otra asumiendo que la aguja en el pajar podrían ser ellos.

Dicho todo lo anterior, la obsesión de cualquier futbolista es jugar. Todos los problemas empiezan por la falta de minutos y si la cosa se encona y se le une la llegada de malos resultados las cosas se pueden torcer. Pero eso, afortunadamente, nunca ha llegado a pasar los límites de un vestuario bien gestionado por la guardia pretoriana de Cervera en la que puede incluirse a pesos pesados y capitanes como José Mari, Garrido, Cala o el propio Servando, desde hce varias temporadas adjunto al cuerpo técnico del entrenador.

El caso es que este año han llegado caras nuevas y la plantilla se está rejuvenecido . Cada vez hay más caras nuevas y el control bien entendido de los veteranos va perdiendo arraigo.

Pero lo que importa es el campo y es ahí donde si las cosas salen, la felicidad se impone. De momento apenas se llevan tres jornadas de Liga y aún no se ha ganado. La imagen está siendo más que aceptable pero el Cádiz CF solo tiene dos puntos . Y sí, pese a todo, han arreciado algunas críticas duras al equipo y a los planteamientos de Cervera.

Sin ir más lejos, el once sacado ante el Osasuna dejó a más de uno de piedra al ver como Iza Carcelén salía de inicio formando un triple pivote con Tomi Alarcón y Álex. De esta manera, Cervera ignoraba a dos mediocentros naturales como Martín Calderón y Jens Jonsson , que ni siquiera entraron en el segundo tiempo a pesar de que el equipo perdía la batalla en el centro del campo de manera descarada. ¿Qué pensarán tanto uno como otro si en la tercera jornada su jefe se decanta por un lateral antes que por alguno de ellos? Seguramente nada en especial ya que Iza estuvo bien en el Villamarín y fue por eso por lo que se apostó por él, pero sin duda ya estarán con la mosca detrás de la oreja.

Otro que también puede estarlo es Marcos Mauro, casi siempre cumplidor. Pues bien, al descanso Cervera sentaba a Haroyan, apercibido con una amarilla, y se decidía por Cala como sustituto en vez del argentino cuando el sevillano ha admitido que aún no está al cien por cien tras su operación de rodilla.

Sin duda, nada de esto ha enturbiado lo más mínimo la unidad de la banda ni seguramente lo hará, pero desde luego la competitividad que este año t iene la plantilla hará más difícil gestionar la armonía establecida.