Cádiz - Betis
Joaquín volvió a apuñalar Carranza
El veterano jugador bético ya hirió de muerte al Cádiz en la temporada 2005/06
Joaquín, en Carranza el pasado sábado.
Un sonido metálico resonó con fuerza en mitad del silencio de Carranza solo roto por los alaridos en un rincón de la preferencia alta, allí donde se alojaban los aficionados visitantes. Dicha estridencia provenía de un fondo del graderío gaditano, donde un hincha herido la había tomado con una valla de seguridad después de que un portuense apuñalase al Cádiz de Víctor Espárrago en los últimos minutos de un derbi que indicaba el camino del descenso a Segunda para los amarillos.
Las sensaciones de aquel día, 8 de abril de 2006 , son muy parecidas a las que se vivieron el pasado sábado en el estadio gaditano. Aquella jornada, como la del pasado sábado también hizo un día de caramelo. El partido era gobernado por un sol radiente y las gradas estaban llenas hasta la bandera. Era sábado con todo el fin de semana por delante y las aficiones se frotaban las manos con el plan. Solo baila una fecha, la de la jornada. La de aquel curso 2005/06 era la 32, mientras que la reciente era la 31. Buenas noticias para el Cádiz, al que le queda una jornada más. Para colmo de coincidencias, a ese Cádiz también le tocaba visitar jornadas después al Barcelona en su estadio, algo que repetirá el lúnes próximo los pupilos de Sergio, que como 16 años antes los de Espárrago, terminaron heridos de muerte tras el enfrentamiento con el vecino.
Ha pasado más de una década y media de aquello y sobre el mismo césped que Abraham Paz, Oli, Varela y compañía defendieron la camiseta amarilla ese año regresó el pasado sábado uno que estuvo allí. Su nombre es Joaquín, un gaditano de El Puerto que sacó su puñal tiempo después para volverlo a clavar con profesionalidad en el corazón de sus paisanos.
Vayamos a aquel día. Como se ha escrito era la jornada 32 y el Cádiz de Espárrago se encontraba en descenso. Ni que decir tiene que la victoria era obligada para seguir remando hacia una permanencia que ese día quedó más lejos aún. A cuatro puntos, para ser más exacto. Cuatro que pudieron ser dos si no llega a ser por la aparición de Joaquín, que en el 89’ marcaba el que posiblemente fue su primer gol de cabeza en su carrera. Antes, en el 68’, Lucas Lobos había adelantado a los amarillos desde los once metros por un penalti cometido sobre el canario Jonathan Sesma .
El empate fue muy duro de encajar.Tan duro que el Cádiz no fue capaz de levantarse y ya nunca más salió de esos puestos de descenso. En aquella aciaga rueda de prensa Víctor Espárrago lamentó que su estrella, Luquitas , no se hubiera ido al córner para perder tiempo en una contra que acabó con un disparo de rosca de Estoyanoff que pudo convertirse en 2-0. Pero no fue así y la historia que se mantiene en el recuerdo es la que acabó con un centro de falta de Assunsao – ‘El portero está ‘asustao’, ¡va a chutar Assunsao!’, grande el mítico speaker del Villamarín– que peinó dentro del área chica Joaquín. Carranza se quedó mudo.
Ha pasado tiempo, mucho tiempo. Pero Joaquín sigue corriendo la banda. Con menos velocidad pero con más ingenio. Ese del que hizo uso el pasado sábado para recibir un balón en la banda y caracolear con él hacia la frontal del área donde le cedió el testigo a Fekir para que el francés se lo dejase de tacón a Tello y este empatase el partido con un disparo preciso. Lo había vuelto a hacer. A sus 40 años, el niño de El Puerto lo había vuelto a hacer. En aquella ocasión aquel empate supo igual de agrio que la derrota del pasado sábado. El Cádiz cayó en descenso este 9 de abril de 2022 y se espera que pueda levantarse de un golpe parecido que ya recibió en su día.
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