Rajoy asegura que las auditorías acotan las necesidades de la banca en márgenes manejables
El presidente reclama a la UE un "mensaje político contundente y un calendario claro" hacia la integración fiscal y financiera
ENVIADO ESPECIAL A SAO PAULO (BRASIL) Actualizado: GuardarMariano Rajoy ha conocido en Sao Paulo, donde ha mantenido una reunión con los principales empresarios brasileños, el resultado de las dos auditorias independientes que fijan hasta un máximo de 62.000 millones de euros las necesidades para sanear la banca española.
El presidente del Gobierno, que ha calificado el análisis de las auditoras como un "ejercicio de transparencia sin precedentes", ha indicado que los resultados del test confirman que las actuaciones realizadas hasta ahora por el Gobierno eran necesarias y que las estimaciones en materia de provisión y de recapitalización era las correctas.
"Es un paso decisivo en la buena dirección, porque hace un diagnóstico certero y creíble, acota las necesidades de capital en márgenes manejables", en alusión a la horquilla de entre 16.000 y 62.000 millones que vaticinan los dos analistas internacionales.
Igualmente importante, según el presidente, es que el monto estimado garantiza que la asistencia financiera de 100.000 millones de euros puesta a disposición de España por los socios europeos "es más que suficiente para sanear muy solidamente nuestras entidades financieras".
Rajoy ha reclamado, como hizo tras su intervención en el G-20 en Los Cabos, que el rescate bancario -que él sigue denominado asistencia financiera- se apruebe lo antes posible. En su opinión, el saneamiento del sistema bancario es un paso imprescindible en el proceso de recuperación de la economía española. "No es un proceso ni fácil ni amable, pero el Gobierno que presido está determinado a llevarlo a cabo sin vacilaciones", ha rematado.
Integración fiscal y financiera
Rajoy, ante una amplia representación de los principales inversores de Brasil, ha incidido en la necesidad de garantizar la irreversibilidad del euro. Esto supone, a su juicio, que los estados miembros cedan a la Unión Europea parte de su soberanía en los ámbitos fiscal y financiero.
Ha propuesto crear una autoridad fiscal europea que pueda orientar la política fiscal en la zona euro, que armonice las políticas fiscales de los Estados miembros y que permita un control centralizado de las finanzas.
Rajoy ha abundado que, en lo financiero, significa avanzar en la integración bancaria de forma que se rompa el vínculo entre bancos y soberanos. "Este vínculo se ha demostrado muy dañino durante la actual crisis", ha reiterado. Ello supondría el establecimiento de más herramientas comunes: un supervisor, un fondo de garantía de depósitos, un fondo de reestructuración y liquidación de entidades, y reglas de actuación comunes.
El jefe del Ejecutivo español, que esta tarde regresa a Madrid, ha exigido que para lograr esta doble integración "el mensaje político debe ser contundente y el calendario de integración claro". También ha propuesto un avance gradual hacia este objetivo común, con fases concretas y preestablecidas y criterios de cualificación para superar esas fases.