Interior de la Bolsa de Madrid. / Archivo
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Grecia y el paro americano hunden a las bolsas

El Ibex retrocede un 3,40% y cierra la semana en la cota de los 8.463,50 puntos

MADRID Actualizado: Guardar
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Teníamos que habernos dado cuenta: la volatilidad del jueves no auguraba nada bueno para el viernes. Sobre todo porque las noticias que se agolpaban el viernes competían en su maldad. En primer lugar, sigue coleando (y empeorando) la situación del sector financiero, como el informe del Fondo Monetario Internacional según el que la banca europea acumularía unas pérdidas de 200.000 millones de euros ligadas a su exposición a la deuda pública, de lo que se deduce de manera burda que ése es el capital que necesita en un momento en el que no hay mucho dinero con ganas de riesgo. Por eso, hay analistas que piden que el futuro fondo de rescate de la zona euro se utilice también para recapitalizar a las entidades que lo necesiten. Desde por la mañana, los bancos sufrían fuertes descensos, que se agravaban por el retraso de las negociaciones sobre el segundo rescate a Grecia: la misión de expertos de Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, enviada para examinar los avances del Gobierno heleno en los objetivos y en la aplicación de las medidas pactadas para la concesión del sexto tramo del primer paquete de rescate, abandonaba Atenas y aplazaba su decisión hasta mediados de septiembre para dar más tiempo al Ejecutivo del país para cumplir.

En este sentido, el ministro heleno de Finanzas, Evanguelos Venizelos, comparecía por la mañana para informar de que, de acuerdo con sus previsiones el PIB podría decrecer hasta un 5% este año, lo que hará más difícil cumplir con su objetivo de déficit, al tiempo que afirmaba que el Gobierno no pondrá en marcha medidas adicionales, porque ello supondría ahogar más su economía doméstica. En este sentido, se mostró confiado en que, con la culminación de las medidas ya comprometidas, al país le será posible cumplir con los requerimientos de la troika.

Con los problemas de la banca y las malas noticias procedentes de Grecia, las primas de riesgo de las deudas periféricas se dispararon. La que más, la de la propia Grecia, sobre todo en sus plazos más cortos: el diferencial de rentabilidad entre el bono heleno a dos años y el alemán se amplió más de un 4% en un solo día, lo que significa que los inversores exigen una rentabilidad de más de un 47% para comprar deuda griega a dos años, marcando un nuevo récord.

Y la deuda española tampoco se libró. Pese a aprobarse en el Congreso de los Diputados la constitucionalización del control del déficit, la prima de riesgo de la deuda española volvió a superar los 300 puntos básicos: cerró la sesión en los 311 puntos, desde los 290 puntos de la sesión anterior. Porque el interés de los bonos españoles subió del 5,05% hasta el 5,12%, pero es que la rentabilidad de los bonos alemanes bajó del 2,14% al 2%, marcando un nuevo mínimo histórico y, por tanto, un nivel máximo de miedo en el parqué.

Peor todavía le fue a Italia, cuya prima de riesgo se disparó hasta los 327 puntos básicos. El Gobierno del país ha retirado alguna de las medidas de austeridad que había presentado y las autoridades comunitarias le han llamado al orden.

El empleo en EE UU sigue sin remontar

Mientras todo esto sucedía, los indicadores de renta variable caían con fuerza. El selectivo español daba un primer cambio en los 8.650 puntos, más de cien puntos por debajo del nivel al que cerraba la sesión anterior. Y cayó hasta los 8.550 puntos transcurrida una hora y media desde la apertura. En ese nivel se mantuvo durante gran parte de la sesión, hasta que a las dos y media, el selectivo sufrió otra caída de otros cien puntos coincidiendo con la publicación del informe público de empleo de Estados Unidos, que fue muy decepcionante.

Durante el mes de agosto, Estados Unidos no creó ni un solo puesto de trabajo no agrícola, cuando se esperaba que se hubieran creado 68.000. El sector privado empleó a 17.000 nuevos trabajadores, pero parece que la destrucción en el sector público llevó la cantidad total a cero. El sector industrial, por su parte, echó a 3.000 trabajadores el mes pasado. La tasa de paro se mantuvo en el 9,1%, de acuerdo con lo previsto. Pero si sumamos este porcentaje con el de personas que trabajan a tiempo parcial pero que desearían hacerlo a tiempo completo, la cifra total subiría hasta el 15%. Además, los salarios por hora bajaron, así como el número de horas semanales trabajadas de media. Un informe de empleo terrible sobre el que el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, escribía en su twitter: "El empleo en Estados Unidos se estanca y es altamente probable que la economía ya esté en recesión. El Congreso impide a la Reserva Federal y al Gobierno actuar".

Los indicadores de renta variable no se pudieron reponer de ésta. No hubo ni siquiera una tentación de hacer una lectura en positivo del tipo "con el mercado laboral en esta situación, está asegurada la intervención de la Reserva Federal". Los índices americanos comenzaban la sesión con recortes de más de un 1%, mientras que las principales plazas del Viejo Continente cerraban la jornada con pérdidas de más de un 3%. El selectivo español retrocedió un 3,40%, con lo que se situó en los 8.463,50 puntos.

Refugios

El dinero que salió de la Bolsa, además de refugiarse en el bono alemán, también lo hizo en el bono americano: su rentabilidad bajó hasta el 2,03%. Y al oro, que se disparó hasta los 1.877 dólares por onza, desde los 1.829 a los que comenzaba la jornada. En cambio, el miedo a una nueva recesión provocó una significativa corrección en el precio del crudo: el barril de Brent, de referencia en Europa, cayó por debajo de los 114 dólares.

En el Ibex, sólo un valor cerró la sesión en verde: fue Mapfre, que ganó un 0,86%. Entre los mejores, aunque ya en rojo, únicamente dos perdieron menos de un 1%: CaixaBank, que se dejó un 0,28%, y Amadeus, que perdió un 0,61%.

En el otro lado de la tabla, el peor fue ArcelorMittal, con un recorte del 6,18%. Este valor se ha convertido en el mejor termómetro para medir el riesgo de recesión. A continuación, valores endeudados o muy necesitados de financiación para su actividad: Abengoa y Gamesa, que perdieron un 5,36% y un 5,31%, respectivamente. Y, después, BBVA y Santander, que retrocedieron un 5,03% y un 4,84%. Por el momento, ambos logran aguantar por encima de los 6 euros por acción. IAG también retrocedió más de un 4%.

Entre los grandes valores, pésimo comportamiento para Repsol YPF, que se dejó un 3,72%, Iberdrola, que cayó un 3,43%, y Telefónica, que cedió un 3,36%.

Fuera del selectivo, la CAM volvió a encabezar las pérdidas, con un recorte del 10,64%, seguida de Metrovacesa, que perdió un 9,45%. Ezentis y Urbas, por su parte, se dejaron más de un 8%. En el otro lado de la tabla, el mejor valor fue Cleop, con una revalorización del 9,80%. Enel y Sniace ganaron más de un 3%.

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