Shamil Basáyev, el terrorista número uno de Rusia, autor de los atentados más sangrientos y cerebro de masacres como la del teatro Dubrovka de Moscú y la escuela de Beslán, murió en la madrugada de ayer a consecuencia del estallido de un camión lleno de municiones y explosivos. El suceso tuvo lugar en Ingushetia, república norcaucásica vecina de Chechenia, y los servicios secretos rusos lo presentan como fruto de una operación llevada a cabo por comandos especiales. El cuerpo de Basáyev quedó completamente destrozado y hará falta llevar a cabo un análisis de ADN para confirmar su identidad.