dobló la velocidad permitida

La caja negra del convoy apunta al maquinista como responsable involuntario

El funeral institucional por las víctimas se ha celebrado esta tarde en la Catedral de Valencia con la presencia de los Reyes

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El convoy del metro de Valencia accidentado ayer, que causó la muerte de 41 personas, doblaba la velocidad permitida para el tramo donde descarriló y eso "hace sospechar" que su maquinista pudo sufrir "algún tipo de inconsciencia o indisposición que impidiera su reacción". El maquinista había realizado 224 horas de prácticas y conducía desde el mes de abril. Por otra parte, ya se han identificado a todas las víctimas mortales, que han sido recordadas en el funeral celebrado en la Catedral de Valencia con la presencia de los Reyes y numerosas personalidades.

El conseller de Infraestructuras y Transporte, José Ramón García Antón, ha explicado tras la reunión que ha celebrado esta tarde la comisión interdepartamental de seguimiento del accidente de Ferrocarrils de la Generalitat, después de que el comité de seguridad de la empresa pública estableciera las que a su criterio pudieron ser causas probables del siniestro.

La explicación de la Generalitat confirma la versión ofrecida previamente por el sindicato SIF, también asistente a la reunión de la comisión interdepartalmental, que apuntaba al exceso de velocidad que llevaba el convoy accidentado. García Antón informó de que el maquinista, una de las 41 víctimas mortales del accidente, había trabajado primero como inspector e interventor en la Línea 1 y, tras realizar 224 horas de prácticas, se le consideró habilitado para conducir un tren, lo que hacía desde el pasado mes de abril.

El conductor, que según el conseller no se puso en contacto en ningún momento con el puesto de mando en los momentos previos al accidente, no había tenido nunca "ningún problema" y era una persona "trabajadora, responsable, con formación en informática y con posibilidades de seguir ascendiendo en la empresa". El informe del comité de seguridad de Ferrocarrils, tras la lectura de la caja negra del convoy , ha concluido que el tren circulaba a una velocidad de 80 kilómetros por hora cuando descarriló en una curva del recorrido entre la estación de Plaza España y la de Jesús, donde la velocidad obligatoria era de 40 kilómetros por hora.

Según apuntó, en este caso no dio tiempo a que el tren empezara de forma automática a reducir la velocidad, ya que el descarrilamiento "se produjo antes de que se recorriera el espacio necesario para que se pudiera frenar". Este sistema, que no está ya en las líneas más recientes de Metro Valencia que sí disponen de un sistema de frenado instantáneo, fue defendido por García Antón, que aseguró que es el establecido por el "protocolo" en aquellas líneas que tienen parte de su recorrido en superficie, como es el caso de ésta que sólo en 7,1 de sus 90 kilómetros transcurre en subterráneo.

Multitudinario funeral en la Catedral de Valencia

Los Reyes han presidido en la Catedral de Valencia el funeral por las víctimas del accidente. Más de mil personas asistieron dentro del templo a la ceremonia religiosa, mientras que en los alrededores de la catedral otros cientos siguieron a través de pantallas gigantes la misa, oficiada por el Arzobispo de Valencia, Agustín García Gasco.

Don Juan Carlos y doña Sofía se situaron a la izquierda del altar mayor y detrás de ellos en una línea de bancos estaban el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su esposa, Sonsoles Espinosa, los presidentes del Congreso, Manuel Marín, y de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Asistieron también al funeral los ministros de Economía, Pedro Solbes, y de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, y los presidentes del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, y del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Francisco José Hernando.

Al finalizar el oficio religioso, el Rey y la Reina, se dirigieron a la nave central del templo, donde los familiares de las víctimas, muchos de ellos llorando y con gestos de sufrimiento, recibieron palabras de cariño y gestos de afecto de los Reyes, que fueron despedidos con aplausos, al igual que a su llegada.

No hay más cadáveres bajo los vagones

Esta mañana, el conseller de Infraestructuras y Transporte, José Ramón García Antón, había asegurado que las ruedas del tren están en perfectas condiciones, la bóveda del túnel, también, los raíles y traviesas "están en buen estado".

Agentes de bomberos y personal de Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) están tratando de levantar el tren. Desde primeras horas de la mañana los bomberos han realizado un primer levantamiento del convoy para comprobar que no había más cadáveres debajo y ahora se dedican en el interior del túnel a recoger material. El conseller ha adelantado que hoy se conocerán los resultados de la investigación del accidente. Además, ha reconocido que "la hipótesis más probable es el exceso de velocidad", aunque no se puede ser concluyente todavía, ya que "no se descarta un fallo mecánico, aunque es más improbable".