Con un vestido color marfil de la marca de origen español Balenciaga y un ramo de flores blancas en la mano, la actriz Nicole Kidman dio el «sí quiero» al cantante country Keith Urban ayer domingo, en una romántica capilla católica con vistas a la Bahía de Sidney. La rubia y elegante australiana fue homenajeada por los aplausos de sus cientos de compatriotas y seguidores cuando su limusina Rolls-Royce blanca llegó al Saint Patrick's College, un ex seminario católico ubicado en la rica periferia de Manly.