La enésima boda del año
Actualizado: GuardarCon un vestido color marfil de la marca de origen español Balenciaga y un ramo de flores blancas en la mano, la actriz Nicole Kidman dio el «sí quiero» al cantante country Keith Urban ayer domingo, en una romántica capilla católica con vistas a la Bahía de Sidney. La rubia y elegante australiana fue homenajeada por los aplausos de sus cientos de compatriotas y seguidores cuando su limusina Rolls-Royce blanca llegó al Saint Patrick's College, un ex seminario católico ubicado en la rica periferia de Manly.
Con un velo cubriéndole sus rizos rubios, que dejó sueltos sobre sus hombros, y pendientes de perlas, Kidman entró del brazo de su padre, Anthony, en la capilla del Cardenal Ceretti, la iglesia de estilo gótico donde se ofició la ceremonia.
Su hermana Antonia actuó como su testigo y su hija adoptiva, Isabella, de 13 años, fue su dama de honor. Como estaba previsto, el padre Paul Coleman ofició la ceremonia, «sencilla pero sincera», como aseguró días antes al confirmar que la pareja «está muy, muy enamorada».
Unos 230 fueron invitados del enlace, entre ellos el magnate de los me-dios de comunicación Rupert Murdoch y los también actores Russell Crowe y Naomi Watts, gran amiga de Kidman, además de los hijos que la actriz adoptó con su ex marido, Tom Cruise, Isabella y Connor, de 11.
Kidman, de 39 años, y Urban, de 38 años, se conocieron en Los Ángeles en enero de 2005, en una cena oficial del Gobierno de Australia.
En cuanto a la noche de bodas, la prensa local afirma que la pasaron en el apartamento de tres millones de dólares con vistas a la Bahía de Sidney que la pareja acaba de comprar, para pasar a continuación unos días en el Wakaya Club de las Islas Fiji, donde las habitaciones alcanzan hasta 8.000 dólares por noche.