Si hay que hacer caso de las rotundas manifestaciones de los futbolistas y no se las lleva el viento, las arengas de Luis Aragonés a sus pupilos en las jornadas de convivencia han surtido efecto. Los 23 elegidos para defender a la selección española en el Mundial de Alemania iniciaron ayer la concentración en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas rebosantes de optimismo, convencidos de poder competir contra los mejores, de superar la maldita barrera de cuartos y, por qué no, de traerse incluso la Copa del Mundo. Así como suena.