El ladrillo ahoga cada vez más a las economías domésticas y deja poco margen para los gastos extraordinarios en ocio y cultura. El encarecimiento de la vivienda, que ha sido especialmente fuerte en la provincia desde el año 2000, ha colocado el importe medio de las hipotecas de los gaditanos en 123.000 euros. Esta cantidad duplica la que se manejaba en el mercado inmobiliario hace sólo cinco años y ha abierto una brecha con las rentas de que disponen los hogares. Según el último estudio del Instituto Nacional de Estadística, los hogares de Cádiz cuentan con unos ingresos por persona de 9.076 euros, un 76% del valor medio que disfruta la media de los españoles. Este escaso poder económico es el menor del país junto a los de Extremadura y otras provincias andaluzas como Córdoba o Jaén y sitúa a Cádiz en una posición desventajosa ante el boom inmobiliario que ha padecido, con mayor o menor intensidad, todo el mercado nacional.