Nunca hasta el domingo pasado Carlo Ancelotti había sido tan categórico a la hora de negar que la temporada próxima será entrenador del Real Madrid. Las palabras del técnico milanista han causado cierto recelo en el club blanco, más que nada por su contundencia, pues se comprende perfectamente que el entrenador esté nervioso, acuse la presión y tenga que seguir negando la evidencia ya que todavía quedan dos partidos de la Liga italiana y, aunque pocas -está a tres puntos de la Juventus-, su equipo aún tiene posibilidades de ser campeón.