Nueve partidos consecutivos sin recibir un gol. Esa es la marca que el Villarreal quiere romper para disputar su primera final europea y mantener la ilusión de los vecinos de la localidad castellonense, que desde hace semanas agotaron las entradas para El Madrigal. Para remontar el tanto de Touré de la ida, Manuel Pellegrini sólo tendrá las bajas de Gonzalo -lesionado hasta la temporada que viene- y Tacchinardi -sancionado-, ya que todos los jugadores tocados se han recuperado de forma milagrosa para el partido más importante de la historia del submarino amarillo.