Cádiz

Parte del alumnado vuelve al cole en Cádiz

El Programa de Refuerzo Educativo estival pone a prueba a los centros gaditanos con medidas excepcionales para evitar contagios

Un maestro toma la temperatura a su alumna a la entrada del CEIP Profesor Juan Carlos Aragón, en Cádiz capital. Nacho Frade

Fran M. Galbarro

Centenares de alumnos de la provincia de Cádiz han vuelto este miércoles a clase tres meses y medio después del cierre de aulas ordenado por la Junta unos días antes de que el Gobierno decretase el Estado de Alarma. Con el curso ya terminado, 23 centros repartidos en todas las comarcas gaditanas han arrancado el Programa de Refuerzo Educativo para este verano.

El regreso servirá como primera toma de contacto y prueba de fuego para el nuevo curso, marcado por las medidas excepcionales para evitar contagios en las aulas. En Cádiz capital sólo el Celestino Mutis, el Carlos III y el Profesor Juan Carlos Aragón (antiguo Andalucía) han vuelto a abrir sus puertas con unos 90 alumnos gaditanos... y algún que otro isleño.

En torno a las nueve de la mañana las madres y padres esperaban en las puertas de estos centros con mascarillas y guardando la correspondiente distancia de seguridad la ordenada entrada al centro.

Conforme el profesorado pasaba lista, el conserje iba pasando el termómetro digital para comprobar que nadie accediera al centro con uno de los síntomas más evidentes de la Covid-19. «Ahora vas a querer tener tú fiebre todos los días», bromeaba un padre con su hijo en el acceso al Profesor Juan Carlos Aragón.

Pese al miedo a contraer la enfermedad, los protenitores se mostraban satisfechos durante la entrada a la escuela. Muchos comentaban las dificultades vividas durante estos meses en el que sus hijos han tenido que continuar el curso desde sus casas. Los centros organizaron una reunión para tranquilizar a los padres y explicarles las medidas adoptadas para evitar contagios.

Los alumnos accedieron de uno a uno al centro, en todo momento guardaron la distancia de seguridad y entraron en fila a las clases, donde los docentes iniciaron las clases de refuerzo con una ratio muy inferior a la habitual .

Pese a que es la primera toma de contacto, los equipos directivos reconocen que «poco tiene que ver» con lo que supondrá el próximo curso. «No nos sirve mucho como prueba porque es una muestra muy pequeña. Habitualmente tenemos 354 alumnos, una cifra que no se pueden comparar con los 17 de ahora», reconoce Eva María Trujillo, directora del CEIP Carlos III, el colegio público más demandado del casco histórico.

«No es lo mismo, aunque tengamos clases amplias y grandes, mantener distancias con 10 alumnos por clase que con 22 pupitres», insiste Elvira Sánchez, directora del CEIP Celestino Mutis, que acoge a unos 32 alumnos este verano.

Ya en clase, los alumnos contaban con gel hidroalcohólico y un sobre para guardar su mascarilla en el pupitre. Pueden quitársela cuando se mantiene un metro y medio de seguridad, en clase, pero deben volver a usarla cuando salen al pasillo o en ejercicios en los que no se respete la distancia, especialmente en el tiempo de Educación Físcica. El servicio de limpieza garantiza la desinfección de forma constante de las zonas más transitadas, las aulas y los baños.

De momento, en esta edición de verano no habrá recreo, sino «descanso activo» en el aula . «Estamos barajando distintas opciones, a ver si los maestros pueden bajar al patio con ellos, pero es complicado. De momento, juegos de mesa, pizarra digital, etc.», explica Miguel Ángel Guillén, director del colegio Profesor Juan Carlos Aragón.

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