Vivienda
«La desesperación y el miedo nos ha llevado a okupar esta casa»
Dos hermanas con cinco menores a su cargo, una de ellas con apenas quince días, viven de okupas en una vivienda de la empresa municipal Procasa
![Rocío y Ana muestran el escrito que les ha remitido Procasa para que abandonen la vivienda.](https://s2.abcstatics.com/media/provincia/2020/10/04/v/okupas-k4NF--1248x698@abc.jpg)
Rocío y Ana son dos hermanas que se han visto obligadas, ante su necesidad y desesperación y al no contar un techo bajo el que dormir con cinco menores a su cargo, a ocupar una vivienda vacía de la capital en la calle murallas de San Roque, propiedad de la empresa municipal Procasa.
Rocío tiene cuatro hijos menores. El mayor cuenta con 11 años de edad y la pequeña apenas tiene quince días de vida . El pasado mes de agosto, la antigua inquilina de esta vivienda abandonó la casa y le dio las llaves a Rocío ante el estado de desesperación en el que se encontraba, embarazada de ocho meses y con constantes amenazas de su expareja que la maltrataba.
Rocío tiene además problemas de corazón, el pasado año sufrió un infarto y, según explica su hermana Ana, «el cardiólogo le ha dicho que está muy mal, por lo que nos da mucho miedo que cualquier día le pase algo. Porque ¿qué va a ser de sus cuatro hijos?».
Cobra la ayuda familiar aunque tiene muchos problemas para llegar a fin de mes y alimentar a sus cuatro hijos. Cuenta con la ayuda de Asuntos Sociales para que sus hijos más pequeños puedan estar en la escuela infantil de San Juan de Dios pero necesita una vivienda.
Desde hace un mes Ana y su hija menor de 13 años se ha trasladado a su domicilio para acompañar y ayudar a su hermana Rocío ya que tampoco cuenta ni con casa, ni con trabajo. Solo cobra el Ingreso Mínimo Vital y ya ha estado en otras viviendas de la ciudad como okupa «por no verme en la calle con una niña pequeña».
Ambas quieren terminar con esta situación que asumen que es ilegal aunque afirman que la desesperación, la necesidad y el miedo les han llevado a ocupar esta vivienda que está vacía y «a la que no le hemos pegado una patada a la puerta, sino que la antigua inquilina nos dio las llaves».
Aseguran que en Procasa conocen la situación por la que están atravesando pero que no les dan una solución, al igual que en Servicios Sociales, de los que esperan que les ofrezcan una ayuda para salir de esta situación.
En la cola del registro
Ana, al ser mayor de 35 años, asegura que ha pasado al número 1.327 del Registro Municipal de Demandantes de Vivienda , cuando anteriormente ocupaba el puesto número 87. Insiste en que al no contar con una nómina ni con un fiador es «imposible alquilar una casa para que nos den el mes de fondo y la primera mensualidad. Los propietarios nos piden una nómina de más de 1.000 euros y un fiador y no tenemos ninguna de las dos cosas».
Ana asegura que además tiene un problema en la mano y que tendrán que operarla próximamente, «y me han dicho que igual pierdo movilidad en el brazo, por lo que puede ocasionarme inconvenientes a la hora de encontrar un trabajo».
«Nadie nos alquila»
Ana y Rocío aseguran que llevan años luchando por una vivienda pero no lo consiguen, por lo que se han visto obligadas a vivir en estas condiciones.
Hace unos días han recibido una carta de Procasa en la que se les requiere que abandonen de inmediato la vivienda (en un plazo de siete días) y que se entreguen las llaves. En caso contrario, se iniciarán las acciones legales pertinentes para la recuperación de dicha vivienda.
Procasa informa en este escrito que como propietaria de este inmueble «no autoriza ni consiente esta situación» no reconociendo ni a Rocío (a la que va dirigida esta carta) «ni a otros hipotéticos terceros que también pudieran estar haciendo uso del inmueble, derecho o título alguno que les legitime para la permanencia en dicha vivienda».
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