TRIBUNALES | JEREZ

La defensa del acusado por el parricidio en Arcos pide la «absolución» y de forma subsidiaria la eximente completa por trastorno mental

La Fiscalía y la Acusación Particular mantienen su escrito de calificación y este miércoles se entrega el objeto del veredicto al jurado

Un momento del juicio al parricida de Arcos E.C.

Elena Carmona

La letrada de la defensa de Isidro Sánchez, el acusado por el parricidio de Arcos , Inmaculada Gilabert, modificaba en la quinta sesión del juicio el escrito de calificación y pedía la absolución por las dudas que se le siguen planteando después del juicio sobre la autoría del crimen. En julio de 2017 en el Barrio Bajo de Arcos de la Frontera tenía lugar una supuesta disputa familiar que concluía con heridas leves en la mujer y la muerte por asfixia del pequeño Enmanuel . La defensa de Isidro Sánchez, padre del niño, pedía, de manera subsidiaria, la eximente completa por trastorno mental del acusado. Al pedir la libre absolución, la defensa ya considera que no es autor de los hechos.

La defensa comienza el relato de lo ocurrido basándose en el informe de asuntos sociales sobre el seguimiento del menor desde que la madre estaba embarazada. La relación entre Isidro y Sara se considera como una «relación normal hasta el 17 de mayo, donde se percibe que estaba supernervioso», cuando la asistenta recomienda e incluso le indica a Sánchez que se marche de la casa que comparte con su novia y se vaya a casa de sus padres. Incluso durante el embarazo se considera que es una relación «idílica», acudían a las citas, no hubo signo de maltrato y la familia de él les ayuda. No obstante, ya desde la cuarentena , se empieza a fastidiar la relación, llegando incluso a apreciar que « Isidro se encontraba sobrepasado ». A los días vuelve a visitar al acusado y reconoce que está «recuperado y más relajado». No obstante, el 31 de mayo la familia se presenta en Servicios Sociales porque está muy agresivo e incluso llaman a la Policía Local, que tras llevarlo al centro de salud lo deja en casa de Sara. A juicio de la defensa, algo ocurrió entre el 23 y 31 de mayo que «provoca en Isidro mucha alteración».

Otra de las dudas de la defensa surgen en que no se oyera pedir auxilio a la madre del bebé , y tanto es así que los agentes no percibieron «ninguna situación de riesgo» durante las dos horas que permanecieron en la puerta. Considera también que la declaración de la madre no se ajusta «al resto de las pruebas»; así como subrayó que a la madre del bebé «no se le ve muy afectada durante la declaración». También plantea que las frases que dijo a los policías y a la Guardia Civil el acusado como «Sé lo que ha pasado. Haced lo que tengáis que hacer» que no tienen por qué significar que « lo he matado yo ». En esta misma línea, considera que desde el primer momento se da por hecho que ha sido el padre quien ha agredido al menor, no se plantea otras opciones como que fuera un accidente o que lo indujera ella, o a consecuencia del forcejeo entre ambos.

Asimismo, la defensa sostiene que los informes de los psiquiatras son decisivos en cuanto a la capacidad de Isidro Sánchez, a la vez que puso sobre la mesa «¿hasta qué punto debe estar mermada la capacidad intelectiva para no ser responsable de sus actos, cuando la volitiva está anulada y la otra gravemente afectada?».

Mientras tanto, la Fiscalía reclamaba la eximente incompleta, es decir, que el acusado estaba parcialmente afectado) por lo que demanda el internamiento psiquiátrico permanente revisable. De su escrito de calificación inicial modificó un error material y pedía en sus conclusiones la inhabilitación absoluta del acusado, que afecta únicamente al derecho al voto. Consideraba la fiscal que Isidro Sánchez es culpable de un delito de asesinato en el que hubo alevosía, por la indefensión del bebé para defenderse, así como incluye que no se reflejan indicios de maltrato habitual.

Desde la Acusación Particular no se modificaba su escrito de calificación y pedía la condena de tres delitos: asesinato, malos tratos y el maltrato ocurrido en el día de los hechos.

Durante la sesión, donde acudían familiares de Isidro Sánchez, la fiscal repasó uno a una las declaraciones de todos los que han acudido durante el juicio. En su exposición ante el jurado justificó por qué considera que se trata de una alevosía de desvalimiento, a la vez que argumentó el por qué de la eximente incompleta, teniendo en cuenta que los forenses que atendieron al acusado afirmaron que tenía capacidad para declarar, que lo hizo libremente y con todas las garantías. También pone de manifiesto que los servicios sociales de Arcos realizan un seguimiento a la madre del bebé, que procede de una familia desestructurada , está considerada de alto riesgo y cuenta con una discapacidad del 68 por ciento. En cuanto a Isidro recuerda que no trabaja desde 2006 pero que no cuenta con antecedentes ni policiales ni judiciales. A juicio de la fiscal, al decir frases como «Sé lo que he hecho. Haced lo que tengáis que hacer» no «es presionado por nadie. Lo dijo con espontaneidad». También considera que ha quedado claro en el juicio que la muerte del bebé fue por asfixia ; que los primeros forenses que le atendieron no le apreciaron brote psicótico, y considera «plenamente válida» la primera declaración del acusado en los juzgados de Arcos.

También hizo referencia a cómo Isidro Sánchez en la segunda entrevista con los forenses del Instituto de Medicina Legal de Sevilla reconocía «que había acabado con la vida de su hijo, aunque no recordaba cómo». Para su conclusión se ciñó al informe de los psiquiatras donde se calificaba como gravemente afectada la capacidad intelectiva y anulada la volitiva. A la vez hizo referencia al «claro trastorno psicótico » que se manifiesta a través de la entrevista psiquiátrica. De ahí que a día de hoy siga con un tratamiento de ansiolíticos, antidepresivos y antipsicóticos; a la vez que recuerda cómo uno de los expertos descartaba el tratamiento ambulatorio para el acusado porque «dejaría de tomárselo y podría haber nuevos episodios».

Mientras tanto, la acusación particular en un tono más relatado puso sobre la mesa aspectos cómo la indefensión del bebé para defenderse ante ese intento de asesinato, así como subrayó el conocimiento del acusado en relación a las enfermedades mentales o el hecho de que «reconociera los hechos nada más abrir la puerta ante la Policía Local y la Guardia Civil. Asimismo, cuestionó en todo momento la posibilidad de que Isidro Sánchez se «estuviera inventando» lo de los mensajes de móvil, el supuesto intento de suicidio, el brote psicótico de 2008… Considera que no hay una prueba objetiva y que lo único que hay es la entrevista que tuvieron los psiquiatras con él. También puso sobre la mesa el hecho de que durante una de las entrevistas al acusado ofreció un «discurso artificial, no coherente, así como que era fácilmente desbordable».

Para la acusación particular sí hay pruebas objetivas del asesinato : las manchas de sangre, los mechones de pelo y los restos biológicos del padre en las uñas del bebé; así como de los malos tratos con los testimonios de la madre del bebé, del propio acusado que llegó a reconocer que «alguna que otra torta le había dado».

Isidro Sánchez renunció a su derecho a la última palabra. Para este miércoles está previsto que la magistrada entregue el objeto del veredicto para que sea respondido por el jurado.

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