Los guiños al 15M del vicepresidente primero y candidato del PSOE a las generales son limitados. Alfredo Pérez Rubalcaba ha eludido mojarse con ninguna propuesta concreta durante la sesión de control al Gobierno y se ha mostrado cauto a la hora de emitir un juicio sobre las bondades de este movimiento.
En respuesta al portavoz de ERC, Joan Ridao, el número dos del Gobierno ha defendido su estrategia para hacer frente a este fenómeno que ha servido para canalizar en parte la indignación ciudadana. “Primero, respetarles porque se manifiestan pacíficamente; segundo, no instrumentalizarles; tercero, escucharles; cuarto, reflexionar sobre las propuestas que hacen, y quinto –ha resumido- reforzar las instituciones democráticas”.
Rubalcaba ha alegado que muchas de las cosas que proponen los ‘indignados’ son “contradictorias entre sí”. Algunos de ellos, por cierto, protestan a esta hora en la plaza de Neptuno, a escasos metros de la cámara baja, para protestar contra el decreto de reforma de la negociación colectiva que se votará a lo largo de la jornada. Pero ni el vicepresidente se ha referido a ellos de manera específica ni ha apuntado a ninguna otra de sus iniciativas.
Lo que sí ha remarcado es que no hay que “demonizar” a quienes protestan pero tampoco “regalarles los oídos y decirles a todo acríticamente que sí”. Ridao, que ha sido el primer portavoz en llevar al Congreso el debate sobre el 15M, sí que ha sido concreto. “Le pregunto por las prioridades del Gobierno porque cada día parecen más evidentes las diferencias entre el presidente, obstinado en pasar al juicio de la historia como el gran timonel de las reformas, y usted que no parece tan predispuesto a indisponerse con los sindicatos”, ha dicho.
Reformas
Así, ha instado a Rubalcaba a aclarar si tiene el Ejecutivo intención de responder a las demandas del gobernador del Banco de España y del FMI, que han advertido de la necesidad de profundizar en la reforma laboral con el “abaratamiento del despido” y de desvincular salarios e inflación, entre otras medidas de ajuste. “Este movimiento nos apela a dos cosas muy simples –ha insistido el portavoz de ERC- nos dicen que hay que buscar una salida más justa a la crisis y nos piden más firmeza con los bancos y con las eléctricas”. Además, ha recordado el contenido de una de las pancartas que se han visto en las últimas manifestaciones: “Nuestros sueños no caben en una urna”.
Eso sí ha obtenido una respuesta clara del vicepresidente primero, que ha alegado que, en todo caso, hay que preservar las instituciones y que “los problemas de la democracia siempre se arreglan con más democracia”.
