Dos terroristas dejaron el coche antes de lanzar la alerta
La llamada fue realizada desde una tarjeta prepago a menos de un kilómetro del lugar de la explosión
MADRIDActualizado:La investigación puesta en marcha después del atentado frente a Ferrovial apunta a que la tarjeta prepago utilizada para avisar de la colocación del coche-bomba fue adquirida en un establecimiento comercial de Madrid, según fuentes de la lucha antiterrorista. Por otra parte, la llamada por la que avisaron a los servicios de emergencia fue realizada a tan sólo un kilómetro de distancia de donde acababan de aparcar la furgoneta.
Según esto, al menos un terrorista aparcó poco antes de las siete y media de la mañana la Peugeot Partner en la calle Ribera del Loira 42. Entonces, se bajó del vehículo, subió a un segundo coche y a los pocos minutos, ya en la autopista de Barcelona, realizó la primera llamada de aviso a los Bomberos de la Comunidad de Madrid en nombre de ETA, con registro de entrada a las 7:34.
Ahora los investigadores intentan reconstruir las horas previas al atentado. Por el momento, tienen la seguridad de que el vehículo fue robado en la localidad de Navalagamella (noroeste de Madrid) a partir de las 00:30 horas y que los terroristas no le doblaron las placas de matrícula.
Continúa la investigación
El dueño de la furgoneta es un joven de 26 años que había trabajado la jornada del domingo a cientos de kilómetros de su casa, como técnico de sonido, en la retransmisión de un evento deportivo. Aparcó el vehículo pasadas las doce de la noche a escasos metros de su casa, un chalet como el resto de las edificaciones que ocupan la calle, sin comercios y poco transitada.
Una llamada de la Policía le despertó a la mañana siguiente para informarle de que su coche había sido robado por ETA y que de él ya sólo quedaba un amasijo de hierros. "Otras veces tengo material del trabajo y otras cosas en el coche, pero anoche la furgoneta estaba vacía", ha declarado.
La explosión ha provocado un cráter de tres metros de ancho y uno de profundidad y causó graves daños materiales en varios edificios y más de sesenta coches. Los expertos de la Comisaría General de Policía Científica trabajan ya en el estudio de los restos recogidos y en 48 horas podrán concluir qué material ha sido utilizado y, a partir de ahí, la cantidad empleada en esta ocasión por ETA, según las fuentes.