El presidente Mugabe, momentos antes de votar. /EFE
bruselas no reconocerá los resultados

La segunda vuelta de las presidenciales de Zimbabue se salda con poca participación y acusaciones de fraude

A pesar de las presiones internacionales y la retirada del líder opositor, el presidente Robert Mugabe -único candidato- ha continuado adelante con unos comicios que muchos califican de "farsa"

HARARE/BRUSELAS Actualizado: Guardar
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Una baja participación de votantes y el acoso a la población por parte del gobierno de Robert Mugabe han caracterizado la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas en Zimbabue, en una jornada marcada por la ausencia del partido opositor, el Movimiento por el Cambio Democrático (MDC). Su líder, Morgan Tsvangirai, anunció el pasado domingo su retirada por la campaña de violencia e intimidación orquestada por el presidente, Robert Mugabe, contra los partidarios del MDC.

La renuncia ha situado a Mugabe, que gobierna el país desde que su independencia en 1980, como único candidato de unos comicios calificados por la comunidad internacional como una "farsa", entre ellos el propio Tsvangirai.

De forma menos directa pero igual de contundente se ha expresado el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana, que ha señalado que los comicios de Zimbabue son inválidos, y ha instado a sus vecinos africanos a "sacar las conclusiones necesarias. Los zimbabuenses han sido privados de su derecho a votar libremente", esto es "de su dignidad", según Solana.

Durante todo el día, grupos de militantes de la ZANU-PF dirigidos por veteranos de la guerra de independencia de Zimbabue y otras unidades paramilitares leales al Gobierno han recorrido las calles de Harare acosando a los transeúntes para que concurrieran a votar, como se denunciaba.

Bruselas no reconocerá los resultados

La Comisión Europea se ha pronunciado en parecidos términos a los de Solana, y considera que estos comicios de único candidato son "un fraude" al carecer de toda legitimidad y validez. Según ha subrayado la portavoz de Ampliación del Ejecutivo comunitario, Kristina Nagy, "el proceso electoral ha estado dominado por una campaña sistemática de violencia e intimidación dirigida desde el Gobierno" de Harare", por lo que "las elecciones son vacías y su resultado será igualmente vacío e insignificante".

Ante la situación que se vive en el país afircano, la comunidad internacional ha pedido en reiteradas ocasiones un aplazamiento de los comicios e incluso la apertura de un proceso de diálogo entre el actual Gobierno y el partido opositor que encabeza Tsvangirai, para plantear la posibilidad de formar un gabinete de unidad.

El presidente zimbabuense ha mostrado su disposición a mantener conversaciones con la oposición, si bien ha dejado claro que sólo será después de las elecciones. Mientras Mugabe continúa con su viaje a lo largo del país para hacer campaña, las fuerzas de seguridad han detenido en las últimas semanas a cientos de activistas o partidarios de la oposición y han impedido que Tsvangirai promocionara su candidatura al ser detenido en hasta cuatro ocasiones, siendo puesto en libertad a las pocas horas.

Contrastes con la primera vuelta

Tan sólo una decena de personas esperaban en los colegios electorales más céntricos de la capital para poder votar antes de las 07.00 hora local (05.00 GMT), mientras que en otras circunscripciones se ha comenzado a recibir votantes una hora después de la apertura. Estampa que ha contrastado notablemente con la primera ronda de elecciones el pasado 29 de marzo, en la que horas antes de la apertura de las comisarías, centenares de personas esperaban su turno para ejercer su derecho al voto.

Durante la jornada electoral apenas se han registrado actos violentos en Harare, y la mayoría de la población ha continuado con su vida cotidiana. "El candidato al que yo quería votar se ha retirado de las elecciones, así que no hay necesidad de que ejerza mi derecho", ha explicado Tawanda Muchero, un empleado de la banca que se dirigía a la iglesia.

Tsvangirai ha hecho circular una carta en la que pedía a la población que no acudiera a votar, salvo que corriera peligro. "Si es posible, os pedimos que no votéis", ha solicitado Tsvangirai en el documento. "Pero si debéis votar por Mugabe porque vuestra vida está en riesgo, hacedlo", ha aclarado.

Unos comicios salpicados por la irregularidad

Desde que Tsvangirai se proclamara vencedor en unas elecciones en las que su partido ha acusado al Gobierno de manipulación y fraude, el régimen ha mantenido una fuerte campaña de represión por todo el país. Según ha explicado el líder opositor, es imposible para su partido presentarse a la segunda vuelta electoral porque el MDC no puede ofrecer seguridad a sus votantes en tres cuartas partes del país. "El Ejército, la milicia, los veteranos de guerra han hecho casi inaccesible ir a cualquier parte del país", ha explicado.

Esta situación es la que provocó que el MDC anunciara el pasado domingo su retirada de los comicios, alegando que sus simpatizantes pondrían sus vidas en peligro al ir a votar. Sin embargo, la Comisión Electoral, controlada por el Gobierno de Mugabe, decidió que esta renuncia no tenía validez y mantuvo la convocatoria de elecciones para hoy.

En la primera vuelta, celebrada el 29 de marzo, el MDC se hizo con el poder en el Parlamento, pero ninguno de los candidatos a la Presidencia consiguió la mayoría absoluta necesaria que dicta la constitución de Zimbabue, según losa datos oficiales. El MDC consiguió en la primera ronda un 47,9% de los votos contra 43,2% del presidente Mugabe. Sin embargo, estos resultados fueron rechazados por el líder opositor Tsvangirai, quien aseguró haber ganado con un 50,3% de los votos.