Rajoy garantiza que el PP será «una alternativa sólida» al Gobierno de Zapatero
Se reunirá con el presidente antes de las vacaciones de agosto e intentará sellar pactos con el Gobierno en Justicia, terrorismo y política exterior
MADRID Actualizado: GuardarTras el Congreso del PP en Valencia, del que Mariano Rajoy ha salido reforzado tras confirmar su liderazgo y desplazar de los puestos importantes del partido a sus críticos, el presidente popular ya piensa en el futuro. Superada la crisis vivida por el PP durante los últimos tres meses, Rajoy tiene sus miras puestas en las elecciones del 2012 y, como aspirante a inquilino de La Moncloa, el líder 'popular' ha asegurado que su partido será una "alternativa sólida" al Gobierno.
Así lo ha explicado en una entrevista en el informativo nocturno de Telecinco, donde Rajoy ha sido entrevistado en el informativo nocturno y le ha pedido dos cosas a Zapatero, en relación con las medidas económicasque el presidente del Gobierno ha anunciado esta mañana para paliar la "crisis" o "desaceleración", según quién las describa. Fundamentalmente, le ha reclamado "que no mienta a los españoles" y "que gobierne".
"Lo primero que tiene que decir un presidente es la verdad, porque los españoles la conocen", ha profundizado Rajoy, al hilo de los eufemismos para evitar pronunciar la palabra crisis. "Es lo principal para generar confianza" en los sectores importantes que pueden frenar la caída y aumentar la creación de empleo.
"Y lo segundo es gobernar", prosigue, "porque hemos salido de otras situaciones peores". Es decir, "tomar medidas económicas de verdad", no las proclamadas hoy por Zapatero, a las que el renovado buque insignia del PP ha restado importancia. Ha puesto como ejemplo las decisiones del Gobierno Aznar en 1996, "que no fueron fáciles", pero que terminaron a la larga en una "bonanza" económica.
El Ejecutivo "se dedicó a otras cosas"
Las propuestas urgentes que los 'populares' van a presentar, y a las que según Rajoy el PSOE ya ha dicho "no", son por ejemplo "bajarles los impuestos a las pequeñas y medianas empresas, que emplean al 80% de las personas que trabajan en España". Y también mejorar "las deducciones para las personas que tienen que pagar los intereses hipotecarios", con los que buena parte de la población sufre cada vez más.
Ha definido asimismo el término "gobernar", que es "hacer previsiones a medio y largo plazo", no cuando el problema se viene encima. "En la campaña electoral, yo le advertí de que había que tomar medidas", mientras el presidente señalaba que económicamente "estábamos en la Champions", recuerda.
Pero piensa que, "en vez de a temas económicos, la cesta de la compra, a temas que preocupan a la gente", Zapatero "se dedicó a otras cosas. Espero que en esta legislatura se dedique a lo que realmente preocupa a los españoles, porque equivocó las prioridades".
Para antes de agosto, reunión con el presidente
Una de esas prioridades erróneas del Gobierno, ha continuado Rajoy, fue el diálogo con ETA. En este sentido, al PP se le ha acusado de hacer una oposición crispada. Pero el líder popular afirma que "si el Gobierno apuesta por la derrota de ETA, yo lo voy a apoyar".
Entre 2000 y 2004 -"cuando yo era vicepresidente del Gobierno"- fue la peor época de la banda terrorista, continúa, porque PP y PSOE iban de la mano "y ETA se debilitó mucho". Pero más adelante "Zapatero decidió negociar, y yo le dije en público y en privado que se equivocaba".
De hecho, habla el futuro candidato a la Presidencia del Gobierno que le va a ofrecer al líder socialista varios pactos de Estado sobre temas como el mismo terrorismo o la Justicia. Ya le ha ofrecido "la renovación del Pacto de Toledo" sobre el sistema de pensiones, que no ve peligrar "y, si lo hacemos bien, se va a consolidar". Y fecha en "antes de las vacaciones de agosto" su próximo encuentro con Zapatero.
Otro de los temas tratados por Rajoy ha sido el de la crisis con María San Gil, peso pesado del partido en el País Vasco, de quien ha señalado que es "un gran activo" para el PP, y que "ella sabe que ésta es su casa", aunque no estuviera en el último Congreso. Sobre el desplante, Rajoy ha dicho que le tocó "respetar su decisión".