Los 88 peldaños de la gente feliz
Peldaño 86: «No existe una sola frase con el poder para cortar tus alas»
En este capítulo te cuento por qué lo importante es lo que nosotros pensamos, y no lo que dice la gente
—Marco, ¿te pasa algo?
—No es nada, abuelo.
—Venga hombre. Es obvio que algo sucede.
(Silencio.)
—¿Te puedo realizar una pregunta importante para mí?
La pregunta descoloca al nieto y éste alza la vista con curiosidad.
—¿Confías en mí plenamente?
—Claro, abuelo.
—Me gustaría que la demostración de esa confianza fuese que te abrieras a mí y me contaras qué te está haciendo estar cabizbajo.
Marco suspira, coloca sus codos sobre sus rodillas, deja descansar su cara sobre sus manos y tras unos segundos que parecieron minutos, revela su secreto.
—Hoy creo que la profesora no tuvo un buen día. Llegó a clase refunfuñando, y luego se enfadó con varios de nosotros. Me sacó a la pizarra y alzando la voz me dijo que soy un inútil y que nunca llegaré a nada en la vida.
—Vaya. Cuánto lo lamento.
El nieto vuelve a suspirar y hace ademán de sollozar, pero las palabras del abuelo lo detienen justo cuando su labio superior empezaba a temblar.
—¿Cómo de dolorosas han sido esas palabras?
—Mucho. No te haces una idea...
—¿Consideras que tienen fundamento?
—Si las ha dicho la profesora deben de tenerlo. Por algo es la profesora.
—Entiendo. ¿Alguna vez alguien más te ha dicho que eres un inútil?
—No. Nadie.
—Perfecto. Entonces avísame cuando estés listo para la lección final, y cuando lo estés, la compartiré contigo.
Marco vuelve a posar su vista en los ojos del abuelo y con rostro confuso pero lleno de curiosidad pronuncia un endeble: «Lo estoy».
—Prométeme que, cuando te lo diga, sólo harás una cosa. En lugar de pensar en aquello que quieres contestarme tú, te quedarás en silencio pensando tan sólo en aquello que he compartido contigo.
Cinco segundos. Diez segundos...
—Prometido.
—Querido nieto, la vida te acaba de regalar una gran lección, la cual espero que te acompañe durante el resto de tu vida. ¿Quieres oírla?
—Sí.
—La cuestión no es si esa persona te ha tildado de inútil o no, ya que sus palabras ya son una realidad. La pregunta no es qué opina o no tu profesora, sino lo que hace tu mente con esa opinión. Observa mis labios e intenta con todas tus fuerzas no olvidar nunca las palabras que están a punto de pronunciar, ya que ellas encierran el principio más revolucionario para tu fortaleza interior:
#88PeldañosGenteFeliz
«No existe una sola frase con el poder para cortar tus alas. Lo único que las corta es tu propia mente... al creérsela».
@Anxo
Noticias relacionadas