Los 88 peldaños de la gente feliz
Peldaño 85: 10 reflexiones para superar la amargura
En este capítulo de «Los 88 peldaños de la gente feliz» te enseño a dejar atrás la pena
Este Peldaño se ha escrito para ser leído de forma lenta, reflexionando mucho y avanzando poco, y para ser usado en dos tipos de situaciones: cuando te veas sumido en la amargura tú y cuando veas sumido en la amargura a otro. Empápate de él cuando sea tu caso, y recomiéndaselo a otro cuando no. Aquí van. Diez recomendaciones emparejadas con diez reflexiones en forma de máximas para superar la amargura, empezando por la décima y acabando en la primera.
10. Celebra más. Lamenta menos . Elige no lamentar lo malo aunque sea relevante. Escoge no ignorar lo bueno aunque sea intranscendente.
9. Convierte cada queja en un agradecimiento . No seas como aquel que al encontrarse lingotes de oro en un cofre de hierro se queja del hierro en lugar de agradecer el oro.
8. Todo lo malo tiene ventajas, igual que todo lo bueno tiene desventajas . Céntrate en encontrar las primeras . Por ejemplo: Cuanto más amargo es el camino, más dulce es el destino.
7. Concibe cada día nuevo como un folio en blanco . El primer minuto del día tiene un poder insuperable: el de borrar todo lo anterior y concederte una nueva oportunidad.
6. Respira hondo, practica la rendición y entrega el deseo de control. Lo que duele no es que suceda algo malo, sino el deseo de querer cambiarlo. Si quieres eliminar el dolor, tan sólo suelta el deseo.
5. Entrena tu consciencia . Mientras atraviesas un período duro, haz el esfuerzo consciente de no decirle a tu mente: «¡Cuánto sufro!». Mejor dile: «¡Cuánto aprendo!». Superar la amargura no es fruto del azar, sino fruto de la estrategia.
4. La amargura es un lastre. Pero no un freno . Aprende de la vela para avanzar incluso con el viento en contra.
3. Cuando sientas que no tienes fuerzas para dar un paso, da dos. Da más miedo el océano desde la orilla que desde el océano.
2. Pelearse contra una situación complicada la perpetúa . Aceptarla la contiene. Muchas veces lo que te impide flotar no es no saber nadar, sino tu desesperación por no hundirte.
1. Es posible elegir qué decir. Pero también qué pensar.
Ten una memoria buenísima para las veces que te hagan reír y terrible para las que te hagan llorar.
@anxo
#88PeldañosGenteFeliz
Noticias relacionadas